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CIUDAD DE MÉXICO, 26 de noviembre de 2017.- Hoy, la agenda del Gobierno Federal parece no tener rumbo cierto para conseguir la paz prometida hace casi cinco años, cuando inició la presente administración, condenó la Arquidiócesis de México.
«Lo que parecía un triunfo en la palma de la mano, se ha transformado en la peor de las crisis. Esta situación se agrava cuando, en la guerra de cifras, se presumía de un avance certero en este rubro, pero las cosas van a la deriva», sostuvo en su editorial dominical titulada Seguridad, cada vez peor.
La Iglesia católica criticó que el Gobierno federal comprometió sus acciones en trabajar por un México en paz, poniendo este tema en su agenda central.
Ante los altos índices de criminalidad, señaló que esta situación se agrava cuando, en la guerra de cifras, se presumía de un avance certero en este rubro, pero las cosas van a la deriva.
Recordó que Causa en común, organización no gubernamental indicó que “24 millones de mexicanos –uno de cada tres adultos– fueron víctimas de algún delito. Todos los crímenes de alto impacto van a la alza. Como ejemplo, el robo con violencia también tuvo un incremento de 38 por ciento en el último año”. Y qué decir del incremento en homicidios dolosos: 2 mil 300 asesinatos mensuales. Esto último haría que, al final del sexenio, haya 24 homicidios por cada cien mil habitantes. Es una “masacre de proporciones bélicas”.
La Arquidiócesis afirmó que el homicidio no es el único delito del que los mexicanos deben guardarse, sino de otros ilícitos que ponen en riesgo la seguridad e integridad de miles de víctimas, en su mayoría ciudadanos humildes que no tienen presencia ni renombre públicos.
«Ante los hechos, la reacción de las autoridades fue más bien como la de un boxeador que recibe tremenda golpiza, esperando ansiosamente el fin del round. Cierto reclamo de bullying –ese acoso físico o psicológico al que someten a un alumno indefenso– fue la mejor arma evasiva del gobierno, en contraste con el difícil panorama de la seguridad pública, admitiendo de alguna manera lo que se perfila como el fracaso de los principales ejes de esta administración», sostuvo.
Advirtió que la primera responsabilidad de un gobierno es otorgar garantías de seguridad a la sociedad.
«Si la autoridad solicita a la sociedad civil aportar ideas –como ha ocurrido– para acabar con la inseguridad, en nada abona que un simple dicho de hacer bullying venga a ser la mejor defensa para lo que no se ha podido hacer», puntualizó.