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CIUDAD DE MÉXICO, 31 de julio de 2018.- Luego de los hechos ocurridos la tarde de este lunes, donde tres reporteros gráficos fueron retenidos y amenazados en las oficinas del grupo parlamentario del PRD en la Cámara de Diputados, el coordinador de los perredistas, Omar Ortega Álvarez, negó que haya existido alguna agresión, e incluso, culpó a los camarógrafos “de pasar por alto los protocolos” para poder acceder al edificio del recinto legislativo que alberga las oficinas de la bancada.
Mediante un comunicado oficial enviado la noche de este mismo lunes, y que curiosamente no se difundió por comunicación social de la bancada, sino por el del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRD, Ortega Álvarez expresó tajantemente que la convicción histórica del PRD en la Cámara de Diputados, ha sido el respeto a la libertad de prensa y de expresión de los representantes de los medios de comunicación, “y ésta no es la excepción”.
“Nunca existió retención contra la voluntad de ningún compañero de medios de comunicación, por parte de trabajadores del GPPRD; por el contrario, se procedió conforme a los protocolos de seguridad del recinto, llamando al personal de resguardo y seguridad.
Los tres implicados no portaban credencial de identificación en lugar visible. Ingresaron a las oficinas del área de administración interna, sin permiso o autorización (…) Los hechos, lamentables por la negligencia de pasar por alto los protocolos, no sólo afectó al GPPRD, incluso hay una declaración de que lo mismo sucedió en un par de oficinas del GPPRI”, se lee en el comunicado.
En tanto, la Secretaría General de la Cámara de Diputados que encabeza Mauricio Farah Gebara, se pronunció al respecto mediante un comunicado donde se afirmó que estos hechos serán investigados a través de las cámaras de seguridad qué hay en los edificios del complejo legislativo, y de existir agresión, los afectados o sus medios, estarán en su derecho de denunciar.
“Se realizará una rápida investigación para determinar con puntualidad los hechos, apoyada en las cámaras de seguridad. Desde luego, si hubo retención de los periodistas, ellos y los medios a los cuales representan están en su derecho de proceder a las denuncias correspondientes. Todo acto que impida o intente impedir, inhibir y reprimir la libertad de expresión es lamentable y debe ser condenado”, se lee en el comunicado.
Asimismo, la secretaría general indicó que de comprobarse dichos actos, no hay justificación y representa una conducta grave, pues calificó de inaceptable que trabajadores de la fracción parlamentaria del PRD, según lo denunciado, hayan retenido a representantes de medios y exigido borrar o entregar fotografías y videos que habían tomado.
“No hay ningún motivo por el que esta acción pueda justificarse. Esta conducta, grave en sí misma, es más lamentable aún por haberse realizado en la Cámara de Diputados, que es y debe ser un espacio de absoluto respeto a las libertades y a la ley”, y termina el documento, sosteniendo que las decenas de periodistas que a diario cubren los trabajos legislativos, “siempre son bienvenidos y respetados como personas y como representantes de los diversos medios de comunicación que ejercen el derecho a la información y a la libertad de expresión”, puntualiza.
Finalmente, el propio vicecoordinador de la bancada del PRD, Jesús Zambrano Grijalva, contrario a lo dicho por el líder de la bancada, condenó los hechos y exigió al secretario General de la Cámara, Mauricio Farah Gebara, que se investigue y sanciones a quien o quienes resulten responsables.
“Que se haga la investigación por las autoridades de la Cámara, la Junta de Coordinación Política, la presidencia de la Mesa Directiva, la Secretaría General, y se finquen las responsabilidades correspondientes, no puedo compartir esa lamentable y terrible situación que hoy se presentó”, aseveró.
Fueron los camarógrafos Edgar Trejo de TV Azteca, Gabriel Ávila de Televisa y Mateo Reyes fotógrafo del periódico Excélsior, quienes al tratar de obtener imágenes sobre la mudanza que realizan en las oficinas de los diputados que ya se van pues terminan su labor el último día de agosto, fueron retenidos por personal administrativo y trabajadores del PRD, en una oficina del cuarto piso del edificio B de la Cámara de Diputados, donde obligaron a uno de ellos a borrar las imágenes que había obtenido.
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