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CIUDAD DE MÉXICO, 7 de septiembre de 2017.- El martes 5 de septiembre el presidente Donald Trump canceló el programa DACA, lo cual afectará a más de 800 mil inmigrantes denominados ‘dreamers’ que son niños que llegaron a Estados Unidos cuando de manera ilegal y que, finalmente, son parte de la sociedad estadounidense, así lo dijo Dámaso Morales Ramírez, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
Trump llevó a cabo esta acción porque como presidente ha perdido mucho, no ha logrado una sola ley en el Congreso, y no ha podido cumplir con ninguna de sus promesas de campaña. Se trata de un acto político con una gran carga racista que corresponde a muchas de las acciones del propio presidente norteamericano, según informó la máxima casa de estudios en un comunicado.
Muchos de estos dreamers no hablan español, no han visitado sus países de origen y realmente sus vidas están en los Estados Unidos, donde más del 90 por ciento de ellos estudian y trabajan, alrededor del seis por ciento han iniciado un negocio, y seis por ciento han adquirido propiedades, resaltó Morales Ramírez.
De acuerdo a algunos análisis, si estos jóvenes salieran del país se perderían alrededor de 500 mil millones de dólares del Producto Interno Bruto en un periodo de 10 años, reveló el académico.
Además, existen algunas cuestiones por resolver, por ejemplo, el Congreso debe una ley migratoria desde hace más de dos décadas, ellos podrían legislar para dar algún tipo de seguridad migratoria a estos jóvenes.
Mientras tanto, el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, comentó que se han vinculado republicanos y demócratas, además del Senado, para acodar algún mecanismo de ley migratoria, destacó.
Igualmente, el Departamento de Seguridad Interna se abrió para que los dreamers, cuya estancia termina el próximo 5 de marzo, puedan solicitar una prórroga de dos años, pero esto no significa que se otorgará a todos, simplemente es una posibilidad.
Se trata de un proceso costoso, porque la deportación es muy compleja, situación que abre la puerta a un ambiente racista y de rechazo por una base electoral que no va más allá del 30 por ciento.
“Esto nos habla, una vez más, de un presidente que lleva a cabo acciones desesperadas y políticas, un presidente solitario con ejercicios desesperados”, concluyó el experto.