Gran parte de los nacimientos en 2012 fueron por cesárea

href=»http://mexico.quadratin.com.mx/gran-parte-de-los-ninos-nacidos-en-2012-fue-por-cesarea-2/olympus-digital-camera-30/» rel=»attachment wp-att-80901″>CIUDAD DE MÉXICO, 22 de enero (Quadratín México).- Nuestro país se sitúa a nivel mundial, como la nación en donde se practica un mayor número de cesáreas. El porcentaje total de nacimientos por cesáreas reportado para 2012 fue de 45.2 por ciento (20.5 programado y 25.7 por ciento por urgencias).

Reveló la investigadora en salud alimentaria de El Poder del Consumidor (EPC), Katia García, quien durante una conferencia de prensa, en donde estuvo presente el director de este organismo, Alejandro Calvillo, reiteró que pese a que las cesáreas sólo eran indicadas como una alternativa de último recurso, México es el país con un mayor número de ellas en el mundo.

Lo que calificó de alarmante, ya que supera por mucho el límite máximo recomendado por las propias regulaciones mexicanas, que establece 20 por ciento.

Actualmente el nacimiento por cesárea en México se da  prácticamente en uno de cada dos casos y en el sector privado llega a 69.8 por ciento de los nacimientos.

Situación que convierte a México, en el país con más cesáreas en el mundo, reiteró.

La Organización Mundial de la Salud subraya que no existe justificación para un porcentaje de nacimientos por cesárea superior a un 10-15 por ciento. No obstante, en los últimos 30 años las cesáreas han tenido un aumento progresivo a nivel mundial.

Incluso la Comisión Federal de Mejora Regulatoria estimó que si durante los próximos cinco años se reducen un millón 607 mil 555 cesáreas, se ahorrarían 12 mil 847 millones 718 mil 637.57 pesos.

García señaló que se tiene evidencia de que los infantes nacidos mediante cesárea pueden tener mayor riesgo de presentar obesidad. Primero porque el bebé que es llevado al cunero, recibe fórmula como primer alimento y tanto madre como hijo pierden ese primer momento para hacer una conexión tanto psicológica como emocional.

Adicionalmente, el bebé pierde ese primer instinto de succión al ser separado de su madre.

Además, una investigación publicada en Archive of Childhood Diseases encontró que los niños nacidos por cesárea presentaron el doble de obesidad a los tres años de nacidos, que los paridos vía vaginal; es decir 15.7 por ciento de los niños nacidos por cesárea presentaron obesidad a los tres años de nacidos; en cambio, sólo 7.5 por ciento  de los niños nacidos vía vaginal presentó obesidad.

Por otra parte, un estudio recientemente publicado en Journal of Biosciences encontró que la microbiota intestinal de los infantes nacidos por cesárea estuvo caracterizada por ausencia de bifidobacterias.

La microbiota intestinal se considera un nuevo factor implicado en la regulación del peso corporal y las enfermedades asociadas a la obesidad, dada su influencia en las funciones metabólicas, lo cual puede influir en el desarrollo de resistencia a la insulina y en el aumento de peso corporal.

En diversos países del mundo se han desarrollado políticas públicas para disminuir las cesáreas, afirmó la experta.

Las más destacadas refirió que son las intervenciones educativas durante la gestación, lección informada basada en la comprensión integral de todas las opciones y de sus posibles riesgos y beneficios y una segunda opinión antes de realizar una cesárea.

Además de una definición precisa de las razones para llevar a cabo una cesárea, el monitoreo de los porcentajes individuales de cesáreas entre los obstetras de los hospitales y la introducción de un sistema de auditoría sobre las tasas de cesáreas, comentó Katia García.

“La causa central del aumento de las cesáreas y de la caída de la lactancia materna es falta de regulaciones que protejan la salud pública de los intereses económicos de los prestadores de servicios de salud y de la industria de los sucedáneos de la leche materna. Esta imposición ha ido acompañada de una profunda desinformación que existe entre la población sobre los riesgos para la salud de estas prácticas”, añadió Calvillo.

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