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CIUDAD DE MÉXICO, 31 de octubre de 2018.- El gran reto de la próxima Administración Pública Federal será la creciente presión financiera por jubilaciones y pensiones, al menos hasta 2030, subrayó el director general del instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Tuffic Miguel Ortega.
Sin embargo, aseguró que Andrés Manuel López Obrador recibirá una institución con viabilidad financiera, es decir, finanzas sanas.
En su comparecencia ante la Comisión de Salud que preside el senador de Morena, Miguel Ángel Navarro Quintero, explicó a los integrantes que el régimen de pensiones de 1997 dio un respiro a las finanzas del IMSS.
Son las presiones del viejo sistema las que ponen en jaque al tener un número importante de pensionados con un régimen establecido en la ley de 1973.
En el marco del análisis del Sexto Informe de Gobierno, en materia de política social, Tuffic Miguel precisó que en 1973 había 14 trabajadores asegurados por cada pensionado; para 2016, el Segurp Social registró 4.7 trabajadores por cada pensionado.
El término del encuentro, el senador Germán Martínez Cázares, propuesto como próximo titular del IMSS en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, manifestó su preocupación por el futuro de la Institución en el tema de pensiones y jubilaciones. Incluso, aseguró: “no me deja dormir”.
El director del IMSS afirmó que entregará al nuevo gobierno un Instituto más grande que atiende a 80 millones de personas, 10 millones más que hace seis años, con solidez financiera que dará viabilidad hasta el 2030.
Ello, siempre y cuando se mantenga la fórmula mágica de no gastar más de lo que se ingresa, presumió.