
Respalda Monreal estrategia diplomática de Presidenta
CIUDAD DE MÉXICO, 24 de agosto de 2016.- En la cima del Cerro del Cubilete, en Guanajuato, se encuentra lo que bien podría llamarse un México desconocido: la comunidad Sangre de Cristo.
En un homenaje de fe, Obispos mexicanos y creyentes católicos alaban a una imponente escultura de Cristo Rey de 20 metros de altura, un peso de 80 toneladas y erguido a dos mil 600 metros sobre el nivel del mar.
Para llegar al santuario del que se venera milagroso Jesucristo, hay que subir el Cerro del Cubilete por un zigzagueado camino empedrado.
Luego de un trayecto de cerca de cinco horas, a bordo de un autobús Man de ETN desde la Ciudad de México hacia Guanajuato, el recorrido hacia los poblados de San Ignacio y La Luz no termina, pues a unos kilómetros se encuentran museos interactivos dedicados a los mineros y Sangre de Cristo.
Minas de Guanajuato
Antes y después de la Nueva España, se fundó el poblado de Mineral de la Luz, cuna de la minería en Guanajuato desde 1548, de unos 300 habitantes, el cual ayudó después de la Conquista a expandir el comercio de la plata.
Además, la actividad minera tuvo un especial auge en otros pueblos como Mexiamora, San Pedro Gilmonene y San Ignacio, donde se rescata un espacio en la memoria de su devenir histórico.
En el museo de la Minería, localizado en el parador turístico, se puede conocer sobre la producción de este metal precioso en el estado y en México. En 1884, la mina de Valenciana produjo, en promedio, 15 mil 456 toneladas al año, 322 toneladas de mineral por semana.
El Museo difunde y preserva una de las principales actividades económicas que le dan identidad al estado, donde los visitantes interactúan para conocer más a fondo lo que conlleva la explotación de una mina.
Entre otros datos, se cuenta que uno de los mineros más famosos de la historia de Guanajuato fue Juan José de los Reyes Martínez Amaro, mejor conocido como El Pípila, barretero en la mina de mellado e insurgente en la Independencia de México.
«Se dice que murió a causa del polvo y gases de la mina a la que regresó a trabajar años después de formar parte de las filas del ejército de Miguel Hidalgo y participar en la toma de la Alhóndiga de Granaditas”.
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