
Libros de ayer y hoy
El aumento mayor al 30 por ciento en las carpetas de investigación por homicidio doloso en Guanajuato refleja una preocupante inquietud y temor en la ciudadanía.
Este delito ha crecido 33 por ciento en el municipio de Salvatierra, donde fueron asesinados 11 jóvenes en una posada navideña. Es el caso más reciente, pero no el único.
De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en lo que va de este año, 18 de 46 municipios de la entidad registran incrementos en los asesinatos.
Comparado con 2019, demarcaciones como León y Celaya, la primera y la tercera más pobladas del estado, aumentaron 71 y 104 por ciento.
Las masacres, caracterizadas por la muerte de cuatro o más personas en mismo evento, ponen en duda la implementación de una estrategia de seguridad eficaz. Un recuento de casos del periódico AM/Al Día de León revela al menos 22 casos este año.
En marzo pasado, hombres armados asesinaron a 10 personas en un bar de Apaseo El Grande, donde hasta noviembre se registraban 49 homicidios dolosos, 20 por ciento menos que hace 4 años.
Un mes después, en un balneario de Cortázar mataron a siete bañistas; los 35 crímenes de este año significan un aumento de 35 por ciento. En Pueblo Nuevo —con 21 homicidios y 91 por ciento de incremento—, en julio se registró la matanza de otras cinco personas.
León, Celaya, Salvatierra, Salamanca son otros ejemplos de un fenómeno que no ha sido contenido en el estado gobernado por Diego Sinhue Rodríguez y donde Carlos Zamarripa suma 14 años como Fiscal de Justicia —ratificado por el Congreso local— y con un periodo a concluir hasta 2028.
A nivel nacional, Guanajuato ocupa el primer lugar en homicidios dolosos en términos absolutos, con 2 mil 400 carpetas este año. La situación requiere una estrategia integral y asumir responsabilidades; ningún gobierno estatal o municipal puede ignorar esa obligación, trátese de delincuencia organizada o común.
La coordinación ha demostrado ser la mejor herramienta. La Ciudad de México es ejemplo de trabajo conjunto a partir de la estrategia definida por Claudia Sheinbaum y continuada por Martí Batres desde la jefatura de gobierno.
La responsabilidad de proteger a la población y restaurar la paz recae, en gran medida, en aquellos que conocen de cerca las realidades y desafíos de Guanajuato.
El liderazgo socioeconómico de la entidad en la zona del Bajío debe reflejarse también en seguridad y justicia.