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MORELIA, 19 de febrero (Quadratín México).-Mientras el gobernador Fausto Vallejo adelantó que algunas de las guardias comunitarias podrían ser regularizadas, el arzobispo de Morelia, Alberto Suárez, advertía de lo peligroso que puede resultar fomentar los grupos de autoprotección.
Con tal disposición, esas guardias quedarían debidamente reconocidas como figuras de orden público, al menos en Michoacán.
Fausto Vallejo indicó que el gobierno del estado demandaría conocer los nombres de quienes integran estas guardias comunales, para iniciar un proceso que llevaría a su capacitación y acreditación, en la que no se tomarían aspectos físicos a evaluar, sino su probidad y solidaridad con la comunidad.
Igualmente, dijo que se les debería dotar de sueldo y estar vigilantes de que no sean mal utilizadas posteriormente para agredir a otras poblaciones o para que se desvirtúe la función de autoprotección con la que surgieron.
En específico, Fausto Vallejo, habló únicamente de las guardias de Ario de rosales, que están dedicadas a las comunidades productoras de aguacate, y no mencionó a otra del municipio de Salvador Escalante o de la Meseta Purépecha.
A su vez, el arzobispo de Morelia, Alberto Suárez, advirtió que si no se pone la debida atención en el reclamo de las comunidades que han creado grupos de autoprotección, esa situación se podría agravar.
“Se puede decir que estamos en el límite y estamos por desmoronarnos como sociedad”, recalcó el jerarca católico en una entrevista que concedió, luego de participar en la ceremonia del centenario de la fundación del Ejército.
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