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OAXACA, Oax., 15 de marzo de 2017.- El conductor de un autobús urbano atropella a un motociclista. Un ciudadano golpea al autor del percance. Se paraliza el tránsito.
La gente observa. Nadie hace caso del herido. Y en toda la escena, no hay ninguna autoridad que intervenga. No, no es un guión. Ni ficción.
Es la cruda realidad de la justicia por propia mano que se vive en cotidianidad en las calles de Oaxaca. Este hecho, documentado por usuarios de las redes sociales, sucedió en la Ciudad de Oaxaca, en la calle de Crespo.
La escena se da a la altura del número 708-A, ante la presencia de peatones, conductores, quienes tocan el claxon como si eso fuera hacer algún cambio en el tránsito o en la golpiza.
Un autobús de la línea Urbanos de Oaxaca, con número económico A 622, atropelló al conductor de una motocicleta que permanece tirada a un lado del camión.
En el lugar un individuo zarandea al chofer del autobús y lo golpea, dejándolo recargado en una pared. La violencia parece detenerse unos instantes para después continuar con los golpes.
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