
De frente y de perfil
@guerrerochipres
Para el año 2050, el 17 por ciento de la población mexicana estará compuesta por personas adultas mayores, lo que representará diversas situaciones que deben ser previstas desde lo institucional, pero sobre todo en el ámbito doméstico.
Hoy en día, nuestras y nuestros viejos representan al grupo etario más vulnerable a diversas violencias que se gestan desde el hogar, el espacio donde ellas y ellos esperarían disfrutar de su vejez.
Ante el Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, a conmemorarse el 15 de junio, es necesario revisar lo que hacemos para cuidar de quienes nos cuidaron en nuestra infancia.
Los datos muestran una realidad que debe ser atendida. Entre 2020 y este año, el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México ha recibido cerca de 3 mil reportes de todo el país por maltrato a personas adultas mayores, a través de la Línea Plateada (55 5533 5533).
Los casos revelan violencias emocional, patrimonial, física, sexual u omisión de cuidados; con mucha frecuencia más de una. Las situaciones relacionadas con las dos primeras formas representan el 23 por ciento, y en un mismo porcentaje la combinación de la física, emocional y patrimonial.
El estrés, las complicaciones económicas y enfrentarse al deterioro de la salud de las y los adultos mayores con el paso de los años hacen que para muchas personas sea difícil convivir con paciencia y empatía. Pero eso no es motivo de convertirlos en objeto de una descarga emocional violenta.
Las mujeres son quienes más padecen las agresiones, en un 72 por ciento de los casos; el 31 por ciento de las víctimas tiene más de 80 años, pero lo que resulta preocupante es que en el 59 por ciento la violencia provenga de las o los hijos.
Las proyecciones del Consejo Nacional de Población indican que, ante los avances en materia de salud, la esperanza de vida para las mujeres sea en 2050 de 82 años y de 76 para los hombres, lo que implica una mayor demanda en servicios de salud, seguridad social, una mejor movilidad y accesibilidad y recursos humanos para su cuidado.
El mundo en el que queremos vivir se construye desde el presente y para ello hay que cambiar actitudes y acciones que dañan el bienestar físico y emocional de quienes ya son mayores de 60. Crear redes de apoyo familiares y vecinales es indispensable para estar al pendiente de ellas y ellos.
Hoy, el 20 por ciento de quienes reportan el maltrato son personas conocidas, vecinos o amistades y el 36 por ciento familiares.
Profundizar ese cuidado, con denuncias y atención, aumenta las probabilidades de una vejez digna y libre de violencia.
Salvador Guerrero Chiprés es presidente del Consejo Ciudadano para la seguridad y justicia de la Ciudad de México