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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 12 de enero de 2020.- En San Luis Potosí no se han registrado aparatos explosivos en los últimos dos años, pero soldados del 40º Batallón de Infantería de la capital están preparados con un traje antiexplosivos que tiene un peso de 40.3 kilogramos y tiene una capacidad de soportar una detonación de 760 gramos, explosivos como el TNT y C4 que son los más comunes.
Así lo indicaron los cabos José Francisco Palacios y Gustavo Salinas, especialistas del Grupo Antibombas del Ejército Mexicano.
El traje antibombas es incómodo, difícil de manipular y no se puede correr con él, ya que está diseñado con paneles de Kevlar, un material de fibra usado por agencias policiacas en sus chalecos antibalas para protección de los elementos. Esta característica provoca que los militares deban ser preparados a fondo para que puedan tener una movilidad, ya que una vez puesto, solo pueden mover las manos para desactivar los aparatos explosivos.
El casco es de gran protección, ya que cuenta con un cristal que está diseñado con vidrio de policarbonato y la parte que cubre la cabeza es de poliuretano.
La capitación va desde conocer los diferentes explosivos, ya que los criminales van innovando alternativas para hacer daño, así como volverse expertos en los diferentes circuitos de detonación con la que están construidos.
El soldado debe tener una buena condición física para soportar el peso del traje y pueda desplazarse hacia el objetivo. La capacitación dura alrededor de tres meses dentro del cuartel, de acuerdo con lo explicado por los instructores entrevistados por Quadratín SLP.
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