Lilia E. Cárdenas Treviño, líder social y promotora cultural
CIUDAD DE MÉXICO, 13 de octubre de 2016.- La actriz alemana Hilda Krüger jugó un papel de espía en México durante la Segunda guerra mundial similar al de la legendaria Mata-Hari en París, Francia en la Primera guerra mundial, afirma el escritor y periodista Juan Alberto Cedillo.
El también investigador, uno de los más reconocidos especialistas en la temática nazi en México, presenta en su nuevo libro Hilda Krüger, vida y obra de una espía en México –editado por Debate- la historia de la bella actriz, quien fuera amante en Alemania del ministro de Propaganda en la Alemania de Adolf Hitler, Joseph Goebbels, y ya como parte de los servicios de inteligencia del Tercer Reich, de Miguel Alemán durante su etapa como secretario de Gobernación.
Al igual que Mata-Hari, bailarina conocida por su belleza y quien trabajó para Alemania en la Primera guerra mundial, Krüger lo hizo en la Segunda, aunque no acabo fusilada como la holandesa.
“Sí, [Hilda] es una especie de Mata-Hari porque consiguió secretos que no cualquiera los tendría, como fue Miguel Alemán, que le pasó la información; estuvo consiguiendo opiniones sobre el gobierno y la venta de petróleo a Alemania, el contrabando que empezó a hacer el país europeo a través de Panamá, estuvo sirviendo de vínculo entre los servicios de inteligencia del Tercer Reich y los funcionarios mexicanos”, explica en entrevista telefónica a Quadratín.
La trama del libro está combinada con los sueños de Krüger de convertirse en estrella de cine, y de la importancia geostratégica de México en la antesala de la Segunda Guerra Mundial, cuando su petróleo, su mercurio y su tungsteno eran codiciados por el Eje para hacer frente a sus enemigos los Aliados, añade el también autor de Los Nazis en México.
-¿Cuál fue el secreto más importante que reveló Hilda a los servicios de inteligencia alemanes?
-Básicamente las opiniones de los funcionarios de cómo se podían enviar materias primas a Alemania, por ejemplo cómo Estados Unidos presionaba muy fuerte para que México no vendiera petróleo a Hitler. Ellos sugirieron que utilizaran bandera panameña para que compraran en México y llevarlo a Panamá y ahí triangularlo hacia Europa. Lo mismo sucedió con materias primas que estaban concentrando en la capital, en Manzanillo y en otras partes del país, principalmente el mercurio usado para bombas, se contrabandeó por Veracruz con la venia de Miguel Alemán, porque él le consiguió permisos para poder trasladar el material.
-¿Fue Miguel Alemán colaboracionista con el régimen nazi? ¿Lo que hizo fue por afinidad ideológica o por que le gustaba Hilda?
-Creo tenía una afinidad pequeña y esta mujer al convertirse en su amante lo hizo protector de toda la red de espías que estuvieron trabajando en México.
-¿Pero él sabía lo que hacía?
-Claro que sí sabía y tenía una simpatía por Alemania porque después del hundimiento del petrolero Potro del Llano y Faja de Oro en reunión de gabinete para ver si México debía entrar a la guerra, solamente dos ministros del gabinete de Manuel Ávila Camacho votaron en contra, uno fue el de Marina Heriberto Jara y el otro Miguel Alemán, para que México no se sumara a los Aliados y siga como neutral.
-¿Esto puso en riesgo el papel de México respecto a EU?
-Sí, porque cuando Estados unidos es bombardeado por los japoneses y México como es su principal socio, lo menos que se espera una solidaridad y los Estados Unidos ven que Miguel Alemán se convirtió en protector de los intereses alemanes y que la red que está trabajando en México está cruzando agentes por la frontera para hacer boicots en instalaciones estratégicas, eso no se conoció porque se censuró en la prensa de EU, [se vulneraron] secretos de fabricación de aviones, material para la guerra y sistemas para manufacturar armamento y es cuando decidieron usar todo el poder para que Ávila Camacho sometiera a Miguel Alemán y dejara de apoyar a la red que operaba en México.
El autor agrega que con dicha presión, la red fue desarticulada y los espías alemanes en México detenidos, incluida Hilda, quien por intermediación de Alemán fue liberada, se casó con un rico que fue pariente de Porfirio Díaz, para que no la sacaran del país, le tramitaron papeles para vincularse con la industria del cine, hizo películas y cuando la guerra se comenzó a decidir su papel de espía dejó de ser relevante.
Cedillo cuenta que gracias a la desclasificación de documentos sobre el espionaje nazi, y otras fuentes de investigación, reconstruyó los pasos de Krüger en México, su vida posterior a sus labores de espía, su regreso a Baviera, Alemania, y su arrepentimiento por haber pertenecido al régimen nazi.
Ello se debió a que solo supo de las campañas antisemitas para retirar a los judíos de Alemania o incluso correrlos de Europa, pero lo que ignoraba, como muchos alemanes, era que los mataban masivamente, añade.
-¿Por qué recuperar esta parte de la historia?
-Porque teníamos un papel pequeño pero estratégico, porque el petróleo mexicano le servía a Hitler para que su flota aérea volara y porque se conoce poco de lo que ha ocurrido en México después de los años 40. La historia se concentró en la Revolución por ser tan un hecho tan relevante -concluye.