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La disputa de los López en Tabasco
“Adán Augusto es mi hermano”, afirmaba Andrés Manuel López Obrador, cuando designó a su paisano como secretario de Gobernación. “Ahora sí tenemos secretario”, afirmó tajante AMLO. Eran tiempos de unión entre ambos.
Ahora todo eso se acabó. Adán Augusto es señalado como protector de Hernán Bermúdez Requena, quien fuera su secretario de Seguridad Pública, durante el tiempo que fue gobernador de Tabasco y que ahora está prófugo, acusado de ser el líder de la organización criminal La Barredora, ligada al Cartel Jalisco Nueva Generación.
Andrés Manuel López Obrador subrayaba repetidamente que era imposible que Felipe Calderón no supiera las ligas de Genaro García Luna con los carteles criminales. Ahora los expertos indican que es imposible que Adán Augusto no haya sabido de los vínculos de Bermúdez Requena con La Barredora.
Esa organización criminal creció a la sombra de Morena, eso es evidente de acuerdo con las cifras de delitos, que definen a Tabasco y en especial a su capital Villahermosa, como una de las más inseguras del país.
Tabasco dejó de ser un edén con la presencia de La Barredora. Con la actuación de dicho grupo, se registraron enfrentamientos y toda clase de delitos que nunca se habían visto en la otrora tranquila entidad.
En medio de esta situación de inseguridad se ubica la disputa entre los grupos del gobernador Javier May y su aliado José Ramiro López Obrador y el del coordinador del Senado y ex gobernador tabasqueño, Adán Augusto, con miras a la sucesión presidencial de 2030.
Bermúdez Requena fue nombrado secretario de Seguridad por Adán Augusto el 11 de diciembre de 2019 y entre los morenistas encumbrados en Tabasco, como “Pepín” López Obrador, pronto surgieron críticas sobre su trabajo, porqué extrañamente crecía el número de delitos de alto impacto.
Ante las posibles investigaciones que ya se especulaban a inicios de 2025, en contra de Bermúdez, este se dio a la fuga y las autoridades tienen conocimiento que salió del país el 26 de enero, sin rumbo conocido y se piensa que actualmente se encuentra escondido en Brasil.
Hasta el momento, el senador López Hernández no ha dado un posicionamiento sobre las acusaciones que pesan en contra del exsecretario de Seguridad Pública estatal, quien ya cuenta con ficha roja de Interpol.
El pleito entre Adán Augusto López y José Ramiro López Obrador, no es nuevo. Tiene muchos años en el pequeño universo que es el estado de Tabasco y se agudizó durante las precampañas de las llamadas “corcholatas”, en busca de la presidencia de la República.
“Pepín” López Obrador se pronunció abiertamente en favor de Claudia Sheinbaum Pardo, lo que motivo escozor en su hermano Andrés, entonces presidente del país. AMLO reaccionó con una frase que parecía ser un espaldarazo para Adán Augusto. “Ni mi hermano, ni ningún familiar, me representa”, dijo.
José Ramiro había manifestado ante la prensa, un duro juicio hacia el gobierno que hizo Adán Augusto López Hernández, como mandatario de Tabasco.
Reporteros le preguntaron su opinión respecto a las posibilidades de que Adán Augusto fuera el candidato ideal de Morena para la presidencia de la República. La respuesta de José Ramiro fue lapidaria: ““No es que estemos en contra de este paisano que quiere ser presidente, imagínense ustedes, si no pudo con el estado, ¿cómo va a poder con el país?”.
Ante este escándalo, que demuestra que al interior de Morena hay casos de corrupción importantes por las ligas de algunos de sus funcionarios con criminales, la presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que será la Fiscalía General de la República la que determine si el senador morenista Adán Augusto López tiene una implicación en el caso del exsecretario de Seguridad de Tabasco.
En la conferencia matutina de Palacio Nacional, de este jueves, Sheinbaum Pardo indicó que López Hernández “no tiene en este momento una responsabilidad ejecutiva”.
“La Fiscalía en todo caso con las investigaciones tendría que ver si hay algo que demuestre que hubo algo relacionado con Adán Augusto. Hay que ver cómo pasó esto”, declaró.
La mandataria mexicana dejó en claro que su Gobierno no encubre a nadie, pero que deben existir pruebas para afirmar que el senador morenista tiene una implicación en el caso Bermúdez Requena.
“Nosotros no cubrimos a nadie, pero tiene que haber pruebas, no un dicho o una suposición, de cualquier persona y particularmente del senador Adán Augusto”, refirió.
Sheinbaum Pardo dejó en claro que ella no instruye a Adán Augusto López para que salga a aclarar de si estaba o no enterado de las presuntas actividades ilícitas de Bermúdez Requena, quien es prófugo de la justicia desde febrero del presente año.
“Yo no lo instruyó, somos compañeros del movimiento desde hace mucho tiempo. Hoy soy presidenta y él es coordinador del Senado, yo no les doy instrucciones para que diga ‘sal a declarar’, él tiene su propia estrategia de si comunica o no”, destacó.
Adán Augusto no da la cara. Sabe que puede ser incriminado, aunque está protegido por el fuero senatorial. Tendrá que demostrar que no tiene implicación alguna con quien fuera su subalterno. En Estados Unidos, ya hablan de Bermúdez como un político que debe ser entregado a la justicia de ese país. Sería el primer ex funcionario corrupto, de los muchos que desea la Casa Blanca que caigan. Esto sentaría el inicio. Veremos que sucede.