Abanico
¿Cotiza en el Infonavit, estimado lector?, pues la 4 T va por su dinero. Al Gobierno Federal de Claudia Sheinbaum no le interesa si usted quiere retirar su dinero, como es su derecho actual, al final de su vida laboral, en caso de no usar la subcuenta de vivienda, sino pretende disponer de los 2 billones de pesos que tiene en las arcas ese Instituto.
Ante la batalla que pueden librar los sindicatos del país y el sector patronal, los diputados de Morena abrieron un compás de espera para dar paso a un espacio de aparente discusión, una vez que la reforma al Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) recibió luz verde en el Senado. Sin embargo, se espera que el mayoriteo del partido oficial la apruebe a inicios de 2025.
Así, el organismo tripartito dejará de serlo, para tener el control del Gobierno de Claudia Sheinbaum, que usará el dinero de los trabajadores, como le venga en gana, en los proyectos inmobiliarios que desee y sin rendir cuentas. ¿No que la Cuarta Transformación era diferente?
En total, hay 2 billones de pesos en las subcuentas de vivienda del Infonavit, que en su legislación define que son ahorros de las y los trabajadores, pero con la reforma planteada pasaría a manos del Gobierno para comprar terrenos y el Infonavit se pondría a construir casas. Para que esto sea posible, van a modificar los órganos que vigilan que ese dinero “se use de manera correcta”.
Son tres modificaciones a la ley del Infonavit: al artículo 17, donde se habla de la Comisión de Vigilancia; el 18, donde se aborda el Comité de Auditoría y el 25, sobre el Comité de Transparencia.
Esos tres órganos tienen 3 representantes del sector obrero, 3 de los patrones y 3 del Gobierno, pero con los cambios propuestos, el Gobierno tendría 5 representantes y los otros dos sectores, tendrían 4 (dos los trabajadores y dos los patrones). Es decir, la 4 T siempre ganaría cualquier votación.
Se creará una empresa constructora en el Infonavit, que podrá usar el dinero de los trabajadores. Dicha compañía podrá comprar terrenos y construir vivienda. Un dinero que antes sólo podían administrar, ahora lo van a usar y no habrá controles de vigilancia.
El dinero que se encuentra en la subcuenta del Infonavit es un recurso que los trabajadores deciden qué hacer con él, utilizarlo para adquirir una vivienda, como aval, utilizarlo para construir o retirarlo cuando se jubile el trabajador. Estos cambios que propone el gobierno están estipulados en el Artículo 42 de la reforma.
La iniciativa ya aprobada en el Senado propone un abuso de representatividad del Gobierno, pues la Comisión de Vigilancia, el Comité de Auditoría y de Transparencia tendrán más miembros del Gobierno Federal que de los trabajadores y empresarios, cuando en la actual Ley del Infonavit el poder dentro de estos organismos está repartido de forma tripartita.
La presidenta Claudia Sheinbaum sostuvo que el objetivo de la reforma a la Ley del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) es erradicar la corrupción, asegurar que el uso de recursos de los trabajadores sea transparente y generar un esquema en la que también participen los desarrolladores privados, con el objetivo de garantizar la construcción de vivienda social.
“Que los trabajadores tengan la certeza de que están bien cuidados sus ahorros, que haya absoluta transparencia en la asignación de viviendas, en la asignación de créditos”, dijo en una de sus conferencias mañaneras reciente.
En tanto, Octavio Romero Oropeza, director general del Infonavit, el mismo que ahondó la quiebra de Pemex, durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, informó que el Instituto pretende construir un sistema de vivienda con orientación social en tres vertientes: 1) Crédito barato y suficiente para quienes ganen menos de dos salarios mínimos; 2) Desarrollo de vivienda, que permita al Infonavit comprar terrenos, recibirlos en donación y construir y 3) Arrendamiento social con opción a compra.
Y anunció la fundación de una paraestatal dentro del mismo Infonavit, su constructora, esquema que ya probó su probada ineficiencia en tiempos de Luis Echeverría y José López Portillo, cuando surgieron empresas del estado ineficientes que brotaban hasta por debajo de las piedras, convertidas en barriles sin fondo, que causaron las crisis económicas graves, al dilapidar recursos públicos.
El mejor pretexto del Gobierno de la 4 T para reformar el Infonavit son los casos de corrupción encontrados en el Instituto, como el de la constructora Telra Realty, que fue contratada en 2014 para administrar soluciones de vivienda, por un monto de 100 millones de pesos y un periodo de dos años que, al cabo de su conclusión y al no cumplir con las condiciones establecidas no fue sancionada y, además, se le pagó una indemnización de 5 mil millones de pesos.
La 4 T no aprendió nada del esquema fracasado del Infonavit en los tiempos añejos del PRI, cuando el Infonavit construía departamentos, pero estos no eran ocupados por los derechohabientes, por la sencilla razón de que los inmuebles eran de mala calidad y se encontraban en lugares alejados de los centros de trabajo.
Durante muchos años, fue común observar como unidades habitacionales completas se convertían en verdaderos pueblos fantasma abandonados, pues las familias preferían dejarlas y dejar de pagar los créditos al Instituto para no perder la mitad de su vida en el transporte hacia sitios en donde era imposible vivir.
Si bien es cierto, que la corrupción en el manejo de los recursos de los trabajadores para la construcción de vivienda debe ser combatida y erradicada. Igualmente es corrupción que el Gobierno de la 4 T trate de disponer de recursos de los trabajadores, que no le pertenecen. Escuche, está en ciernes otro agandalle de la 4 T, en esta ocasión sobre dinero que no es suyo.
Estimados lectores: agradezco su atención a esta columna durante 2024, que retomará su publicación en enero. Deseo a ustedes y a sus apreciables familias que tengan una feliz Navidad y que 2025 sea pletórico de éxitos personales y laborales.