Descomplicado
Los jueces corruptos
En septiembre pasado, el juez Federico Mosco decidió no vincular a proceso a un doctor acusado de violar a una paciente con insuficiencia renal terminal en el Hospital General de Iztapalapa.
Mosco González decidió descartar el delito de violación, con lo cual el acusado sólo enfrentó cargos por el delito de abuso sexual y pudo hacerlo en libertad, sin pago de fianza y sin medidas cautelares.
Gracias a esta decisión el médico, identificado como Agustín “N”, quedó en libertad.
Agustín «N» tenía 45 años, era egresado de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y trabajaba en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y en el Hospital General de Iztapalapa, cuando fue acusado del delito sexual.
Fue en el hospital de Iztapalapa donde se registró la presunta violación de Wendy, una de sus pacientes que sufría insuficiencia renal terminal, a quien después le negó el servicio médico en la institución para evitar que la mujer denunciara los hechos.
Mosco es uno de los jueces que dejó en libertad a Juan Carlos García, ex esposo de Abril Pérez Sagaón, quien fue asesinada a balazos, sospechosamente después de la liberación del individuo que la golpeaba con frecuencia. Abril en todo momento denunció que su vida corría peligro y nadie hizo nada para protegerla.
Desde enero pasado, Abril había denunciado violencia familiar e intento de homicidio por parte de su esposo, exCEO de Amazon México y posteriormente directivo en Grupo Elektra.
La madrugada del 4 de enero de este año, Ana Cecilia, hija de la pareja fue despertada por los gritos angustiosos de su madre y cuando acudió a su recámara en su ayuda la encontró en medio de un charco de sangre, con golpes en la cara, cabeza y otras partes del cuerpo.
Ana Cecilia compartió en Twitter comentarios respecto a la relación violenta que su padre mantenía con la ahora occisa, y horas después de que su tío publicara contenido similar, contó parte de la experiencia traumática que vivió en enero pasado por el conflicto que denunció Abril y que fue desestimada como intento de feminicidio por los jueces.
“Imagínense despertarse en la madrugada por los gritos de tu madre que grita por su vida. Imagínense levantarse a ver la hermosa cara de tu madre ensangrentada gracias al criminal que una vez llamaste papá”. Denuncia más clara acerca de la peligrosidad de Juan Carlos García, no puede existir. Su propia hija lo delata.
García trató de manipular la realidad de la que había sido testigo su propia hija y durante la madrugada de ese día de enero acusó en Twitter a su entonces esposa de una pretendida infidelidad, pero no sólo eso, sino que cambió la versión para sostener que Abril fue el que trató de asesinarlo a él. Incluso llegó al extremo de mostrar una foto con su mano ensangrentada, como si estuviera herido, cuando fue todo lo contrario.
El 8 de noviembre, los jueces Federico Mosco González y Luis Alejandro Díaz Antonio reclasificaron el delito de feminicidio en grado de tentativa al de “lesiones y violencia familiar” y dejaron libre al esposo de Abril, quien dijo temer por su vida.
El principal sospechoso del feminicidio, fue liberado y presuntamente habría ordenado el ataque directo contra su exesposa, quien se encontraba en la capital del país acompañando a sus hijos menores de edad a una evaluación psicológica como parte del juicio de custodia de su divorcio.
Abril fue asesinada por dos sicarios la noche del pasado 25 de noviembre, el mismo día que en la ciudad de México se realizaron marchas exigiendo que cese la violencia en contra de las mujeres, cuando circulaba junto a sus dos hijos menores de edad por calles de la alcaldía Coyoacán; presuntamente su exesposo fue el encargado de planear y ejecutar su asesinato.
El Poder Judicial de la Ciudad de México ordenó la suspensión de los dos jueces de Control señalados como responsables de liberar a Juan Carlos García.
Con el fin de no entorpecer las indagatorias, el Poder Judicial de la Ciudad de México decidió suspender a los jueces Mosco González y Díaz Antonio hasta que se concluya con las investigaciones.
El órgano capitalino también expresó su indignación por el feminicidio de Abril y reiteró su compromiso para actuar en contra de la violencia hacia las mujeres.
García acudía cada 20 días a firmar a la Unidad de Medidas Cautelares y Suspensión Condicional del Proceso del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, localizada en la colonia Doctores.
Conforme al plazo fijado por el juez de control, se esperaba que en este mes el exCEO de Amazon acudiera a cumplir con su firma, lo cual no sucedió, por lo cual, en el momento de redactar la presente información la procuraduría capitalina estaba a punto de girar orden de aprehensión en su contra..
En una carta enviada al periódico Reforma que se hizo pública, Juan Carlos García, exdirectivo de Amazon México y Elektra, ex marido de Abril ha tenido el descaro de denunciar, desde un lugar desconocido, que el asesino o asesinos de su ex esposa deben ser aprehendidos.
Qué cinismo, qué talante. Cómo si le importara, cuando él tiene un proceso en su contra precisamente por las agresiones sufridas por Abril en enero.
Surrealista, que el principal sospechoso del homicidio tenga el descaro de hacer tal declaración, que sólo es concebible en la mente cínica y retorcida de ese hombre que golpeó durante años a Abril y estuvo a punto de acabar con su vida, con un bate de béisbol y un arma punzocortante, si no hubiera sido porque la hija de ambos lo evitó.
En caso de que se demostrase que los jueces actuaron con parcialidad y con dolo, deben ser acusados del homicidio como cómplices del autor intelectual de este crimen, Juan Carlos García, a quien ellos dejaron libre. Pero este tipo de procedimiento no se debería quedar en este caso nada más. Decenas de jueces en todo el país dejan que la justicia se corrompa, exigiendo un pago para emitir sentencias favorables a los criminales.
Mientras sigan trabajando jueces como Mosco y Díaz, muchas mujeres como Abril siguen corriendo peligro.