
El predial talón de Aquiles municipal
A don Enrique Carmona lo llevaron muy grave al Hospital de General La Villa, presentaba una oxigenación de 60 por ciento. “¡Atiéndalo rápido que se nos va!”, gritó su hijo Filiberto. “No tenemos disponibilidad”, fue la respuesta del personal que los recibió.
“No nos digan eso, nos dijeron por teléfono que aquí podían hospitalizarlo”, clamó el más joven de los Carmona, pero su llanto y su rabia rebotaron en la mirada piadosa, pero indiferente de los camilleros del nosocomio, dependiente de la Secretaría de Salud del Gobierno de la Ciudad de México.
Ni como se explica que un día antes, en el noticiero nocturno de Ciro Gómez Leyva, en Imagen Televisión, se evidenció en video que en ese hospital había 99 camas disponibles, totalmente vacías, pero sin colchón, ni sábanas siquiera.
Y afuera una decena de médicos y enfermeras protestando por la falta de insumos. En la línea de batalla contra la Covid-19, el personal de salud recibe material de protección de mala calidad, cubrebocas y batas casi transparentes, al grado de que prefieren comprarse su propio material.
El hijo del señor Carmona tuvo que llevarlo a otro hospital, en extrema gravedad y se desconoce que haya sido de él.
¿Qué hace Claudia Sheinbaum para solucionar este problema?
La señora Ramona del Pozo se encontraba apretujada entre una veintena de personas en la estación Pantitlán del Sistema de Transporte Colectivo (STC), Metro.
“Ya no aguantó más y ni como salirme, ya llevamos esperando más de 10 minutos a que llegue un convoy y la gente se va acumulando a medida que más tarda”, afirmó desesperada.
Afuera, la situación no era mejor, los pasajeros subían a autobuses urbanos y a camionetas de la policía capitalina, (en donde lo que menos existía es sana distancia), que trataban de suplir el servicio suspendido en el Metro, por el incendio del 9 de enero que tronó a las líneas 1,2,3,4,5 y 6 de ese sistema de transporte.
¿Qué hace Claudia Sheinbaum para solucionar este problema?
El 3 de enero, la Fiscalía General de la CDMX informó que 15 policías y un automovilista particular fueron detenidos por el delito de homicidio doloso en contra de un adolescente de 17 años. Tras una persecución en vehículos que culminó en el municipio de Naucalpan, Estado de México.
El muchacho, cuyo nombre no fue dado a conocer por tratarse de un menor de edad, había impactado un automóvil particular en calles de la delegación Azcapotzalco, en donde se inició una carrera que terminó en Naucalpan, en donde el muchacho fue abatido a balazos por los policías de la CDMX. Sin embargo, el 5 de enero los policías fueron dejados en libertad “por falta de pruebas”.
El año pasado, la CDMX se mantuvo como de una de las más violentas del país, de acuerdo con datos del Observatorio Nacional Ciudadano y en 2021 parece que el cuadro se repetirá.
¿Qué hace Claudia Sheinbaum para solucionar este problema?
A la jefa de Gobierno de la capital del país le quedaron sueltos todos los demonios y la atacan. La pandemia del Coronavirus, que se ensaña en la capital y en el Valle de México, como en ninguna otra parte del país; la paralización del Metro que impacta negativamente en 5 millones de viajes diariamente; la inseguridad, que prometió reducir cuando entró en el cargo, pero que se mantiene en niveles elevados.
En sus conferencias de prensa se ve preocupada a la funcionaria. Algunos dirán que hasta acorralada. Más ojerosa que de costumbre. No es para menos.
Informa todo lo que hace su gobierno, pero la realidad la está sobrepasando. Ella misma reconoce que la ocupación hospitalaria está al tope, pero sus exhortos a la cordura para que la población se mantenga en casa, son como los llamados a misa, no todos los escuchan. Ahí están los mares de gente en los tianguis, en las calles de colonias populares haciendo fiestas, en celebraciones que parecen no tener fin.
Su frágil figura y su rostro preocupado con cubrebocas en las conferencias de prensa contrasta con la sonrisa del presidente Andrés Manuel López Obrador, con la ratificación diaria que mantiene desde hace seis meses de que “la pandemia está domada y que se empieza a ver la luz al final del túnel”, mientras sube a diario la cifra de muertes por la Covid-19.
Y luego el asunto del incendio en el Centro de Mando del STC, que mantiene prácticamente con “medio metro” y no con el metro completo a la CDMX e impacta negativamente a una amplia población del Estado de México, lo que no le había pasado a ningún gobierno anterior.
Sin embargo, se ve que no le preocupa la acusación por los delitos de homicidio, ejercicio ilegal, abandono del servicio público y uso de atribuciones y facultades, que presentó en su contra y de la directora del Metro, Florencia Serranía Soto, el secretario de Fortalecimiento del PAN capitalino, Pedro Díaz.
Y es que una actitud que no se puede definir más que como corrupta e ineficiente, la directora del Metro se aventó la ocurrencia de adjudicarse también el cargo de gerente de Mantenimiento del STC, que se encontraba vacante.
¿Cobra por dos puestos Serranía Soto? Se desconoce. Si así fue, incurrió en violaciones legales que tendrá que pagar, claro, si no hay impunidad, como ha sido el tenor de la 4 T en la capital.
Con los demonios sueltos, Claudia Sheinbaum va dando bandazos, como la pera de un boxeador, de un lado para otro, sólo resintiendo el vendaval de los golpes que le da la realidad. De esa realidad que está demostrando que su gobierno no está a la altura de los retos que tiene enfrente.