Descomplicado
López Gatell, infectado que comete delitos
El doctor Hugo López Gatell, subsecretario de Salud del Gobierno de México se convirtió en una fuente de contagio de la Covid-19 y, a pesar de saber eso, sin importarle, se paseó sin cubrebocas por calles de la capital.
Por una acción tan negligente, en cualquier país del mundo, hubieran cesado al responsable de la estrategia en contra del SARS-Cov 2, pero estamos en México, en un país de impunidad, manto que protege al funcionario desde el Palacio Nacional.
López Gatell, quien el 20 de febrero pasado, anunció que estaba contagiado del Coronavirus, el 10 de marzo reapareció de manera digital en la conferencia de prensa nocturna. para señalar que se encontraba mejor, pero que seguía dando positivo de Coronavirus. Reconoció que aún tenía una carga viral suficientemente alta para contagiar a otros.
Lo que no sabía el negligente funcionario es que algunas horas antes, exactamente a los nueve minutos para las cinco de la tarde, fue captado por cámaras paseando por calles de la colonia Condesa de la Ciudad de México, sin cubrebocas, acompañado de una mujer.
Por no portar tapabocas de manera deliberada y sabiendo que es portador del SARS-Cov 2, López Gatell incurrió en un delito marcado en el título 18 de la Ley General de Salud, en varios artículos, como el 141 y otros, en donde se contempla sanciones para las personas, que a sabiendas de que tienen una enfermedad infecto-contagiosa, tienen conductas de contagios para los demás.
Los especialistas indican que en el Capítulo II, artículo 159, del Código Penal de la Ciudad de México, se define que comete el delito de peligro de contagio, el ciudadano que sabiendo que padece una enfermedad grave en periodo infectante, ponga en peligro de contagio la salud del otro.
De acuerdo con el Código Penal, a los inculpados se les aplica una prisión de tres meses a tres años y de cincuenta a trescientos días de multa, en caso de presentarse querella por los afectados. Esa es la penalidad que, en teoría, debería recibir López Gatell, si se interpusiera querella en su contra y la ley se respetara.
En abril del año pasado, el mismo López Gatell admitió en conferencia de prensa que las personas infectadas por Coronavirus, conocedoras de su padecimiento, incurren en un delito, si exponen a los demás a la enfermedad. El funcionario debía ser sancionado, pero en México hay impunidad.
López Gatell no reconoció públicamente su negligencia, comprobada con fotos y videos. Bien aprendida la lección de la 4 T, cínicamente, como ha sido su actitud desde el inicio de la pandemia, trató de victimizarse y acusó a los medios de escandalizar por el simple hecho de que las cámaras de video y fotográficas lo captaron frente a un parque.
Según el funcionario, las informaciones de su paseo por la Condesa están «basadas en el chisme, en la intriga, en la especulación», con la finalidad de elevar los ratings de los medios.
Las fotos y videos de López Gatell sin cubrebocas son la realidad, que lo descubre tal cual, negligente, prepotente, cínico, pero el médico-burócrata trata de convencer que esa realidad no existe o que simplemente le vale poco.
La conducta sin escrúpulos del subsecretario hizo estallar las redes sociales y no sólo desató la crítica de los políticos de oposición, sino de miembros de Morena, como el diputado Sergio Mayer, quien calificó como “lamentable e irresponsable culpar a los medios de comunicación por errores personales y del mal manejo de la pandemia. #HLGatell, tus justificaciones dejan mucho que desear. Propondré una comparecencia en la @Mx_Diputados (Cámara de Diputados)”.
En un video, advirtió que López Gatell piensa que se está jugando con el tema de la pandemia y “yo como diputado federal y como ciudadano, tengo el derecho de levantar la voz y decir ya basta. Fue una irresponsabilidad. Él, como servidor público, sabiendo que tenía la enfermedad, aunque sea asintomático, andar en la calle sabiendo que puede contagiar, es una irresponsabilidad, pero, además, tratar de justificar y culpar a los medios de comunicación, porque dan a conocer este hecho, es lamentable”.
En los primeros días del año, López-Gatell ya había desatado una polémica por irse de vacaciones a la playa, donde fue fotografiado sin mascarilla en un avión y en las playas del estado de Oaxaca en el segundo pico de la pandemia en la Ciudad de México. En ese momento, también arremetió contra los medios y nunca reconoció su negligencia.
El año pasado, López Gatell señaló que el presidente de la República no era una fuerza de contagio, sino una fuerza moral, palabras absurdas, porque toda aquella persona que contrae la Covid-19 se vuelve en alguien que pone en riesgo la salud de quienes lo rodean, sin importar que sea un príncipe, un mandatario o una persona común y corriente.
¿Qué tiene que ver la fuerza moral de un líder político, como es López Obrador, con que pudiera enfermarse?, absolutamente nada y el presidente de la República y el mismo López Gatell se convirtieron en fuentes de contagio de Covid-19
Con la demagogia por delante, López Gatell se ha convertido en un “clown” que, a pesar de no ser morenista, aprendió muy bien el arte de levantar “cortinas de humo” que tratan de desviar la atención de la opinión pública para encubrir sus errores garrafales. La conducta de un cínico mentiroso y no otra cosa.
Hugo López Gatell entienda que su “poder” (así entre comillas), finalizará algún día. Que usted no puede culpar a los medios de comunicación por realizar bien su labor de informar a la sociedad. Que usted debe hacer bien su trabajo. Recuerde que los cerca de 200 mil mexicanos fallecidos y el mayor número de médicos muertos por Covid-19 en el mundo, que tiene México, serán una carga muy dura para su conciencia, que lo acompañará mientras viva y ahí sí usted no tendrá impunidad.