![](https://mexico.quadratin.com.mx/www/wp-content/uploads/2019/04/Daniel-Adame-Osorio-FOTO-FACEBOOK-107x70.jpg)
Escenario político
Los crímenes de los candidatos
En México, los candidatos a puestos de elección popular se abren paso entre las balas, pero muchos de ellos no lo lograron y fueron asesinados.
El 1 de marzo de 2021, la ex regidora y pre candidata del PAN al municipio de Cuquío, Jalisco, Analucy Martínez Saldívar, manejaba su auto Jetta, color rojo, en el municipio de Zapopan, sin ninguna sospecha de lo que estaba a punto de sucederle.
Eran las 19:30 horas de ese día, cuando un grupo de desconocidos disparó en contra del vehículo y el cuerpo de la política panista se desplomó sobre el volante. Cuando llegaron brigadistas de emergencia, que fueron notificados del atentado, ya había fallecido.
Analucy Martínez forma parte de la lista fatídica de los 83 asesinatos políticos de candidatos, funcionarios y miembros de partidos victimados entre septiembre de 2020 y abril de 2021. De ese total, 27 eran aspirantes a puestos de elección popular, abatidos en las actuales campañas electorales
En 2015, al lado de regidores de Cuquío, la política panista denunció penalmente al entonces ex alcalde de ese municipio, Adrián Cornelio González Fernández, por un desvío de 30 millones de pesos y para evitar que esa persona volviera al poder, ya que en ese año fue propuesto por el Partido del Trabajo para repetir en el cargo.
Con anterioridad, Cornelio ya había ocupado la presidencia municipal en dos ocasiones, la primera vez, impulsado por el PAN y en la segunda ocasión, por Convergencia, que después se convirtió en Movimiento Ciudadano.
En un evento proselitista, realizado en 2015 y difundido por la prensa jalisciense, Cornelio se atrevió a señalar sin remordimientos, ni rubor: “Aunque robemos lo vamos a repartir. Mi sueldo va a ser donado a las personas de muy bajos recursos ¿por qué?, porque ya he robado mucho”.
Desde hace seis años, Analucy sostuvo que el ex alcalde desfalcó al municipio con 30 millones de pesos. De ese monto, el munícipe recibió 18 millones de pesos a un mes de terminar su administración, pero no enteró de su destino.
Ahora Analucy está muerta, fue asesinada sin que se conozca la identidad de sus victimarios.
En este mes, Sonora y el país se cimbraron con el homicidio de Abel Murrieta, candidato de Movimiento Ciudadano (MC), a la presidencia municipal de Cajeme.
Las imágenes de televisión, en donde se observa su cuerpo sin vida en plena calle, al lado de una mujer de MC, que portaba una bandera, mientras no creía lo que había pasado, dieron la vuelta al mundo.
Minutos antes de ser asesinado a balazos el 14 de mayo, Abel Murrieta acababa de repartir volantes en la calle, para promocionar su candidatura en la localidad de Cumuripa, adyacente a Ciudad Obregón.
El 16 de mayo se difundió un video en el que Abel afirmaba que Cajeme dejaría de tener miedo.
“Va en serio contra la inseguridad y la impunidad. Ya basta que los malandros sean los dueños de nuestras calles. Va en serio, basta que las drogas nos roben a nuestros jóvenes y destruyan a nuestras familias”, afirmaba un decidido candidato.
Esa lucha para combatir la inseguridad generada por Murrieta, se transmitió a quien lo sucedió en la candidatura, Gustavo Almada Bojórquez.
Este miércoles, Movimiento Ciudadano designó a Bojórquez, como sustituto de Murrieta. En el evento, en el que se dio a conocer el relevo, una manta colocada en la parte posterior del presídium, reflejaba el sentir de ese partido, liderado por Dante Delgado Ranauro, y la lucha del propio Murrieta: “Por la Paz, un Movimiento sin Miedo”.
Las sospechas de las autoridades se encaminan al hampa organizada, a los grupos relacionados con la muerte de 9 miembros de la familia Lebaron, en noviembre de 2019, ya que Abel Murrieta era el abogado de las víctimas, en el caso que aún cimbra al estado de Sonora.
Sin embargo, aún no hay mas que meras especulaciones sobre el móvil y la identidad de los responsables del homicidio de Abel.
Cada asesinato de un candidato a un puesto de elección popular representa un fracaso para la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez. Dice que el Gobierno Federal cuidará a nada menos que 21 mil candidatos en estas elecciones.
Sin embargo, la realidad la ha rebasado, pues además de los homicidios cometidos, los candidatos habían sufrido 117 agresiones hasta abril pasado.
“Queremos que los candidatos y candidatas realicen sus actividades con tranquilidad sabiendo que siempre podrán llamar al 911, en caso de una emergencia”, informó Rosa Icela en una conferencia mañanera en Palacio Nacional.
No se sabe si en sus palabras había ingenuidad o sólo buena fe, porque el número telefónico 911 muestra serias deficiencias, incluso cuando cualquier ciudadano solicita el envío de una patrulla para reportar incidentes menores.
En una conferencia mañanera, el presidente Andrés Manuel López Obrador lamentó el asesinato de Abel Murrieta y asumió el compromiso de investigar el caso y castigar a los responsables.
“Es un tiempo difícil por las campañas y los intereses que se generan en las regiones… y tenemos que proteger a los candidatos. Hoy analizamos todo lo que se viene haciendo, se va a seguir llevando a cabo la protección de los candidatos”, dijo, al responder a una pregunta.
Clemente Castañea, dirigente nacional de MC, había responsabilizado a López Obrador y a la gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich, de permitir que el crimen organizado se apoderara de Sonora. Días antes del homicidio de Abel, López Obrador reconoció la inseguridad prevaleciente en Cajeme, pero no sirvió de nada.
Hoy Murrieta está muerto y en ese municipio, como en muchos otros del país, siguen mandando los criminales.