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Juego de ojos
El método es al mismo tiempo sencillo, salvaje e impune y las autoridades policiacas, de la alcaldía de Iztapalapa, del Gobierno de la Ciudad de México y de la Fiscalía General de Justicia de la CDMX, se encuentran de rodillas. Sólo observan como la impunidad de la delincuencia las rebasa, mientras los ciudadanos, a quienes ellas juraron legalmente proteger, es abatida por los criminales.
El mecanismo es simple, vigilar el momento en que los habitantes de las unidades habitacionales salen de sus domicilios para romper puertas y cerraduras e introducirse para apoderarse de los departamentos y nunca más salir. Cambiar chapas, atrincherarse e impedir, con la fuerza de las armas, que el propietario trate de ingresar nuevamente a su inmueble y, si trata de insistir, demostrarle que puede ser asesinado. De ese tamaño el cinismo.
Pero existen casos mucho más graves, que ocurren cuando los delincuentes amenazan a los condóminos con asesinarlos a ellos y a sus familias, si no abandonan lo antes posible sus propiedades, lo cual sucede en muchos casos. Mayor impunidad no puede haber, ante la negligencia de las autoridades capitalinas.
Lo peor del asunto: que la misma jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y la alcaldesa de Iztapalapa (por segundo periodo), Clara Brugada, conocen a fondo esa situación y poco hacen por solucionar el problema. ¿Incapacidad para hacer cumplir la ley? ¿Miedo a los grupos de hampones que cometen el delito de despojo impunemente? ¿O acaso colusión? Todas estas preguntas están sin respuesta, pero la única realidad es que los delincuentes tienen un pie sobre los cuellos de estas funcionarias.
Unidades habitacionales, como Artículo Cuarto Constitucional (conocida como Biatlón) y Fuerte de Loreto, entre otras, son coto de los grupos delincuenciales de Iztapalapa. Tan sólo en este último conjunto habitacional, la Fiscalía General capitalina indaga 100 casos de despojo. Agentes de la fiscalía y de la Secretaría de Seguridad Ciudadana acudieron en días pasados a notificar a quienes se apoderaron ilegalmente de 10 departamentos, que los desalojaran, pero obviamente no hubo resultados, más que la burla de los hampones.
El problema es generalizado: en sólo un edificio de Fuerte de Loreto, que tiene 20 departamentos, 16 están invadidos y no hay fuerza legal que saque a los criminales que se apoderaron de ellos. Este problema se repite en toda esa unidad.
Con la inmovilidad de la policía preventiva por la pandemia, se agudizaron las invasiones y han sido nulas las exigencias de los habitantes de la alcaldía para que la Guardia Nacional proteja a los habitantes.
La delincuencia organizada que invade departamentos, los renta o rápidamente los vende a precios irrisorios, de entre 200 mil o 250 mil pesos, con lo cual al delito inicial de despojo se une el de fraude. Para “demostrar” la supuesta propiedad de los departamentos, los delincuentes obtienen escrituras falsas o reportes de que las casas se encuentran libres de gravamen.
Los propietarios afectados han acudido a otros organismos, como el Fideicomiso Fondo Nacional de Habitaciones Populares (FONHAPO), ya que algunos adquirieron las propiedades por medio de apoyos financieros de la institución. En la carpeta de investigación CI-FIIZP/UAT-IZP-5 S/D/ OO822/05-2021, el personal jurídico del Fideicomiso sólo aporta información al ministerio público sobre los pagos de los créditos de los titulares, pero no da mayores datos.
Sin embargo, no hay avances en las investigaciones, porque el personal y ministerios públicos de la coordinación territorial de la Fiscalía capitalina en Iztapalapa fueron trasladados a las oficinas de la coordinación 7 de San Lorenzo Tezonco, colonia San Nicolás Tolentino, y en ese cambio todo es un desbarajuste. ¿Así o mas ineficientes los señores burócratas?
Lo peor del asunto es que en la representación de la Fiscalía en Iztapalapa, trabajadores de la misma informaron a los afectados que se extraviaron los expedientes en donde denunciaban el ilícito de despojo. ¿No pareciera esto un claro caso de colusión que debe ser investigado por la fiscal Ernestina Godoy Ramos?
Recientemente, Claudia Sheinbaum indicó que su gobierno, en coordinación con la Fiscalía, trabaja en la recuperación de inmuebles invadidos, para lo cual se cuenta con un mecanismo para acelerar el proceso y evitar un juicio que puede durar años, como sucede comúnmente hasta que un tribunal reconoce la propiedad de una persona sobre un bien. Sin embargo, este mecanismo aún deja mucho que desear, puesto que persiste el problema en centenares de casos tan sólo en Iztapalapa.
En la Ciudad de México, el imperio del crimen se mantiene en dicha alcaldía, pues junto con Gustavo A. Madero, en 2021 registraron la tercera parte de todos los homicidios dolosos cometidos en la capital de la República, de acuerdo con información de la Fiscalía General de Justicia de la CDMX.
En 15 colonias de Iztapalapa se concentran 29 por ciento del total de las denuncias por delitos de alto impacto presentadas el año pasado, con un total de mil 584 ilícitos cometidos. Entre esas colonias se encuentran: Desarrollo Urbano Quetzalcóatl, Central de Abastos, Santa Cruz Meyehualco, Juan Escutia, Leyes de Reforma, San Miguel Teotongo, Ermita Zaragoza, Unidad Vicente Guerrero y Santa Martha Acatitla, entre otras.
En Iztapalapa, es posible comprar mercancía pirata, drogas o hasta armas. Las autoridades lo saben porque hay denuncias sobre dichos delitos, pero no hacen nada por impedir que esto ocurra ¿Colusión o negligencia?
En la colonia Desarrollo Urbano Quetzalcóatl, cercana al cuartel de la Guardia Nacional, por lo menos existen 20 puntos de venta de estupefacientes, de acuerdo con denuncias hechas por vecinos, sin que se frente este delito
En Iztapalapa todos los delitos pueden cometerse, pero no sucede nada para proteger a la ciudadanía y hacer justicia en favor de las víctimas. ¿Colusión o negligencia?
Y así, dicha alcaldía sigue como el paraíso de hampones que, de manera metafórica, mantienen un pie sobre los cuellos de Claudia Sheinbaum y de Clara Brugada.