Alfa omega/Jorge Herrera Valenzuela
Las “calaveritas” políticas
Las famosas “calaveritas” se difunden cerca y durante los días de Todos los Santos y de Los Fieles Difuntos, festividades tradicionales de los mexicanos, sincretismo de la fe cristiana y del mundo prehispánico.
Con las “calaveritas”, el imaginario colectivo hace escarnio de personas famosas, en su mayoría políticos, a quienes expone, de manera humorística, pero profundamente crítica. Esta es una pequeña aportación al género.
Andrés Manuel López Obrador
Ya se lo llevó la parca y va derecho a su rancho,
hablaba sólo en las mañaneras; pa’ gobernar no dio el ancho
sus obras no funcionaron, la ciudanía está enojada,
se fue antes de tiempo y se regresó a “La Chingada”
Culpaba de todo a los fifís, cuando lo sorprendió la muerte;
le dijo: “te llevo ahora conmigo, amarga será tu suerte,
ya no mentiras más, porque ya no trabajabas;
te eligieron para gobernar, no para hacer trastadas”.
Criticó a los corruptos, pero en su casa vivían “sangrones”;
sus hijos viven como reyes, en Houston y en el mero Londres,
tiene a su lado a Bartlett, a Bejarano y a otras personas funestas,
pero para AMLO no importó, porque su corrupción era honesta.
Los chairos ya lo lloran, porque les daba su “chayo”,
prometió que México sería Dinamarca, antes de cantar un gallo;
no distribuyó medicinas y dejó a niños sin guarderías,
sólo los narcos lo lloran, porque los dejaba hacer averías.
Felipe Calderón
Va Felipe Calderón con destino al purgatorio,
después de tomar tequilas lo mandaron al sanatorio;
“Él tiene la culpa de todo”, gritaba con fuerza Andrés,
“Los muertos son de Felipe y le jalarán los pies”.
Lo piensan sepultar al pie de la Estela de Luz,
así siempre lo recordarán, echándose un alipus.
Margarita lo amó, siempre de una forma gallarda,
lástima que, de la refinería, sólo construyó una barda.
La oposición
Se fueron haciendo chiquitos, cuando ganó Andrés Manuel;
se juntaron para ganar elecciones y se enfrentaron con él;
eran antes adversarios que se peleaban entre ellos,
ahora son como hermanos, con sentimientos muy bellos.
De cara para el 24 se dividieron por la traición de Alito,
el priista señaló que su división era sólo un mito,
la calaca no les creyó y se los llevó al camposanto,
ahí van Moreno, Cortés y Zambrano, agarrados de su manto.
Las “corcholatas”
El presidente destapador dio los nombres de corcholatas;
y Claudia, Marcelo y Augusto, ya empezaron a dar lata;
se olvidaron de trabajar y se dedicaron a halagar,
a su jefe que con todas las mañas los decidió destapar.
Sólo a Monreal dejó fuera, porque no le cae muy bien,
Y a la Sansores encargó que lo atacara al cien,
pero se murieron todos cuando se andaban peleando,
y ahora les tienen su ofrenda, porque se fueron pelando.
Luis Cresencio Sandoval
Ya se va el general Cresencio muy derechito al averno,
por no frenar la delincuencia, le espera el fuego eterno;
allá se encuentran los capos, a quienes no disparó balazos,
ellos estarán muy contentos para darle miles de abrazos.
De militar se convirtió en empresario con muchas otras tareas,
administró aeropuertos, aduanas y hasta construyó escuelas.
AMLO le entregó el poder y militarizó al país; entonces vino el error,
por darle una aerolínea, se vino abajo la nave, en donde venía ese señor.
Cuauhtémoc Blanco
Ya están velando a Cuauhtémoc adentro de un catafalco,
estiró la pata en el momento de descubrirse un desfalco,
nunca supo gobernar, para Morelos siempre fue un fiasco,
culpaba a todos de sus errores, porque le quedaban del asco.
Ahora que está difunto, quiere ponerse a jugar,
pensaba que el futbol era lo mismo que gobernar;
quiere que el Tata Martino lo llame a la selección,
dicen que, si va a Qatar, revivirá de la emoción.
Despedida
Ya me voy, ya me despido, como lo dijo ya Arturo,
se van a Chihuahua a un baile y al panteón, uno por uno.