El concierto del músico/Rodrigo Aridjis
Drogarse y matar
Said Alejandro Chavarría García, de 29 años de edad, mucho tiempo fue un joven sano, hasta que consumió crystal y su mente se empezó a desquiciar, a tal punto que un mal día asesinó a su madre con una roca y lesionó gravemente a una de sus hermanas.
En muchos estados fronterizos, como es Chihuahua, el consumo de drogas fuertes se ha disparado en los últimos años.
Los adictos no sólo se convierten en delincuentes que roban para poder comprar las sustancias que consumen. Su mente se desequilibra a tal grado que llegan a asesinar incluso a familiares. Eso pasó con Said.
El muchacho adicto llegó una tarde a su casa, en la ciudad de Chihuahua. Había consumido cristal y esto fue notado por su madre y por su hermana, Ivonne Chavarría García, de sólo 19 años de edad.
Las dos mujeres le recriminaron a Said su comportamiento y lo obligaron a abandonar la vivienda, ubicada en la calle Parque Pilatos de la capital chihuahuense.
Durante varios minutos, los tres discutieron afuera de la casa habitación. El muchacho montó en cólera y tomó del piso de terracería una piedra de gran tamaño con la que agredió a su madre, Flor Borunda García, de 45 años de edad, hasta causarle la muerte.
En seguida, se fue en contra de su hermana y también la golpeó. La escena fue observada por vecinos, que solicitaron la intervención de la policía y de una ambulancia.
Los paramédicos no pudieron hacer nada para evitar que la madre del adicto falleciera y trasladaron muy grave a su hermana a un hospital de la zona.
En otro caso, ocurrido también en Chihuahua, un hombre de 50 años de edad, atacó a su padre bajo los influjos de alguna droga, en las calles 15ª y Miguel Trillo, del fraccionamiento División del Norte.
Reportes policiales indican que el ataque ocurrió en la sala de la vivienda, a donde acudieron elementos de seguridad después de una denuncia de vecinos, quienes indicaron que en el piso de la casa se encontraba el cuerpo de una persona.
El homicida presuntamente drogado rondaba la casa, en donde mató a su padre de varias puñaladas.
¿Qué sucede en la mente de los adictos, que son capaces de asesinar incluso a personas hacia las cuáles, antes de empezar a consumir droga, mostraban respeto o amor?
De acuerdo con investigaciones realizadas por instituciones universitarias y del sector salud, existe un grave deterioro de los procesos afectivos por el consumo de drogas, en especial de las altamente adictivas.
En el Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez, de las 15 mil consultas que se atienden anualmente, 4 por ciento corresponden a psicosis generadas por el consumo de alcohol y drogas.
La adicción a las drogas y a bebidas alcohólicas en nuestro país está fuertemente asociada con males mentales que, en algunas ocasiones, generan violencia y hasta homicidios.
Diversos padecimientos físicos y mentales provocados por drogas y alcohol afectan a más de 9 por ciento de la población, de acuerdo a cifras del sector salud, índice que ubica a México, como una de las naciones con mayores padecimientos propiciados por sustancias psicoactivas.
Desde hace por lo menos cuatro décadas, la salud mental de los mexicanos se ha visto gravemente impactada por el consumo habitual de bebidas embriagantes y drogas.
El consumo de sustancias psicotrópicas, en algunas zonas del país se inicia en niños de entre nueve y 10 años de edad, con las brutales consecuencias que tiene en su sistema nervioso y en todo su cuerpo en general.
El cerebro que es uno de los órganos que tarda más años en complementar su desarrollo totalmente (alrededor de dos décadas), sufre consecuencias irreversibles cuando los jóvenes ingieren alcohol y drogas a temprana edad.
La problemática es simplemente aterradora y parece que no hay soluciones para lograr un cambio radical que evite que haya más casos como el de Said, de jóvenes que, drogados, lleguen al grado de asesinar a su propia madre por una simple discusión, por áspera que esta sea.