Ráfaga/Jorge Herrera Valenzuela
AMLO adoctrina niños, no los educa
El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, avaló totalmente el esperpento de libros de texto gratuito, basado en la postura y objetivo radical de Marx Arriaga: la de fijar en los niños mexicanos el adoctrinamiento de la ideología de izquierda de la auto llamada 4 T. Su educación es lo de menos.
¿Qué se puede esperar cuando el director de Materiales Educativos de la Secretaría de Educación Pública, el Marx mexica, escribió en su cuenta de Twitter: “Por la NEM (pretendida Nueva Escuela Mexicana), por los libros, ¡por la reivindicación del maestro… doy la vida! Vengan por ella, pero eso sí, no me van a encontrar arrodillado… ¡Me encontrarán trabajando!”.
Y remata su tweet con una imagen del guerrillero Genaro Vázquez Rojas, acompañada de la leyenda “Lograr la Liberación de México y una patria nueva o morir por ella”.
Vaya el desatino de este “funcionario” de la SEP, que se siente mártir y guerrillero, en la época que el mismo presidente López Obrador, condena la violencia, aún dentro de la izquierda. Más le queda irse a la montaña acompañado de un AK47, porque quizá piensa que aún cabalga el Che Guevara, supuestamente “liberando” pueblos, pero no ser funcionario público. En estas manos, desgraciadamente, está la educación de nuestros niños.
Ni que decir del izquierdista de Venezuela, Sady Arturo Loaiza Escalona, quien es director de Desarrollo e Innovación de Materiales Educativos de la SEP, quien fue traído por el mismo Arriaga para meterlo en Educación Pública, a pesar de que no es mexicano y, sobre todo, por su papel en el adoctrinamiento de niños de su país, desde la Biblioteca Nacional de Venezuela, en favor del dictador Nicolás Maduro.
La carga ideológica de los libros es tal, que un hecho, como fueron las marchas en defensa del INE, efectuadas en más de 100 ciudades de México y el extranjero, aparecen manipuladas en los libros con un texto del descontento ficticio de un chofer que se quejaba por el tremendo tráfico provocado y en el cual se menciona que “las trabajadoras domésticas cargaban las pancartas de sus patrones”, situación risible y falsa. Por supuesto, no se menciona el acarreo de personas de todo el país, en los mítines para aplaudir a AMLO, con presupuesto público, por supuesto.
Como era de esperarse, el trauma no superado por AMLO de haber perdido las elecciones de 2006, tiene un lugar destacado en uno de los libros, en donde se relata, como se hubiera tratado de una trampa, cuando en realidad fue la competencia electoral más reñida de la historia del México, con sólo una diferencia de 236 mil votos en favor del ganador, Felipe Calderón. Comprobado: López Obrador no sabe perder, después de tantos años.
Pero además de la estrategia de adoctrinamiento, lo cual es clara, pero que puede ser objeto de debate, por quien lo desee, resaltan los múltiples errores contenidos en los libros y sobre eso no hay duda, sino hechos concretos.
LOS ERRORES O MÁS BIEN “HORRORES”
En la página 38 del libro “Nuestros Saberes”, de quinto grado de primaria, se encuentra la información sobre el sistema solar y se observan errores ortográficos, como la palabra “planera”, en lugar de “planeta”. En la misma página se aprecia una infografía del mismo sistema solar, en la cual se observa la ubicación errónea de algunos planetas, al grado de que la Tierra y Saturno comparten la misma órbita, lo cual es una locura.
En el libro “Nuestros Saberes” de tercer año de primaria, se observa otra infografía con una línea de tiempo relacionada con Benito Juárez, por cierto, uno de los héroes favoritos de López Obrador, pero ni eso pudieron hacer bien los “especialistas” de la SEP, porqué ubicaron su fecha de nacimiento el ¡¡18 de marzo!!, de 1806. Esa fecha, como sabemos, corresponde a la conmemoración de la Expropiación Petrolera y no al 21 de marzo, fecha del natalicio del benemérito.
Los errores ortográficos son numerosos, como el que se encuentra en el libro Múltiples Lenguajes, de tercero de primaria, en la página 4, correspondiente al índice se señala el contenido de la página 52, sólo que en el índice se lee “¿Lo vez como lo lees? (con Z) y en el interior del libro dice: “¿Lo ves como lo lees? (con S) Y el colmo es cuando se escribe la palabra “dijistes” (como comúnmente habla López Obrador, por cierto), en lugar de “dijiste”.
¿Se puede “educar” a niños y adolescentes, mediante un libro con tantos errores? Por supuesto, que no, porqué los educandos estarían reproduciendo en su vida diaria, los errores que aprendieron y que dieron por ciertos.
Pero además de lo errores, se encuentran el raquítico contenido de los libros en temas importantísimos, como ciencias, español o matemáticas. Baste mencionar un hecho, mientras en ediciones anteriores matemáticas tenía un espacio superior a 200 páginas, ahora es de 24. Se trataba de destruir lo bueno que tenían los antiguos libros, pero lo “nuevo” de los textos ahora es aterrador.
A AMLO no le interesa la educación de los niños, porqué pondrá a circular los libros de texto gratuitos a pesar de que están plagados de errores de todo tipo, que no proporcionan la debida enseñanza en rubros importantes como español, ciencia, matemáticas, y a pesar de que la Unión Nacional de Padres de Familia cuentan con un amparo para evitar su circulación.
A AMLO no le interesa la educación de los niños, porqué para no conceder que se equivocó, mantendrá a dos extremistas de izquierda en sus cargos, a pesar de los múltiples errores evidenciados y porqué cumplieron su objetivo: tratar de adoctrinar.
A AMLO no le interesa la educación de los niños, sino que se adoctrinen dentro de la ideología de izquierda para hacerles creer que esa tendencia política es la única “salvación” para el país, cuando en otras regiones del mundo ha demostrado su ineficacia para construir sociedades justas con un nivel de vida aceptable para sus habitantes, como sucede en Corea del Norte, Venezuela, Cuba y Nicaragua, en donde prevalece una pobreza generalizada.
A AMLO no le interesa la educación de los niños, como quedó demostrado con los recortes presupuestales para la educación, la suspensión de las escuelas de tiempo completo, la cancelación de becas del Conacyt y ahora con libros de texto gratuitos para estudiantes de educación básica que están más orientados a adoctrinarlos para convertirlos en ciegos seguidores de la izquierda, que en personas de pensamiento libre, que adquieran conocimientos para emplearlos en su vida adulta.
A AMLO no le interesa la educación de los niños, sino ahondar la división que él creó entre la sociedad mexicana para manipularlos y “enseñarles” que los “buenos” son quienes respalden sus desatinos y los “malos”, los que cuestionan sus errores, como si se tratara de una película.
A AMLO no le interesa la educación de los niños, porqué un pueblo ignorante es más fácil de manipular y que acepte los abusos del poder. Esa es su estrategia.