La nueva naturaleza del episcopado mexicano
El campo mexicano atraviesa por una grave crisis, debido al abandono y la falta de apoyo del Gobierno Federal, que carece no sólo de una estrategia adecuada en el sector, sino que le retiró prácticamente todos los financiamientos, lo cual propició el encarecimiento de los alimentos y la dependencia de importaciones.
Dicho panorama es descrito por un experto en el tema, Humberto Serrano Novelo, secretario general del Comité Ejecutivo Nacional de la Confederación Agrarista Mexicana (CAM), quien advierte que, como contraste, en torno a ese sector se realizan grandes negocios particulares, de los que se benefician amigos de los hijos del presidente de la República.
En una charla, destaca el deterioro sufrido por el agro durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador. Precisa que existían más de 22 millones de hectáreas cultivables en el país y por falta de apoyo, fomento, planeación y crédito, se dejaron de sembrar casi 6 millones.
“O sea, cada vez hay menos área de cultivo, lo cual perjudica la producción nacional y se deberán importar mayores volúmenes de alimentos y, con ello, México será más dependiente del exterior”, enfatiza.
Destaca que, al iniciarse este gobierno, la nación tenía un déficit de maíz amarillo de más de 10 millones de toneladas, que subió a casi 18 millones. En arroz, el país depende en casi 95 por ciento y más del 65 por ciento de la soya se importa, lo cual se repite con muchos productos, comprados al exterior.
El dirigente de la CAM subraya que bajaron 90 por ciento los apoyos financieros al agro en la actual administración y el 10 por ciento restante opera en forma arbitraria electorera, “porqué es lo único que conoce este gobierno, buscar el poder por el poder”.
Con ello, en el Centro y Sur del país, obviamente la producción de alimentos, en muchos casos, se ha vuelto de auto suficiencia y los grandes estragos se presentan de la región central hacia Norte de México.
Que el campo no sea apoyado propicia importación de alimentos y los consumidos en las ciudades incrementan su valor. Por eso, la canasta básica alcanza precios elevados. De nada sirve que suban los salarios, si la inflación va en aumento, relata Humberto Serrano.
Refiere que no sólo es el problema de los insumos, sino también la falta de seguridad afecta a los productores. Ahí se tienen, por ejemplo, los casos de Michoacán, con el encarecimiento del limón y el aguacate, y el problema crece en otras entidades, como Zacatecas, en donde el narco toma un papel relevante en la carestía de los básicos.
Y a esta situación, de suyo complicada, se agrega el ingrediente de la guerra en Ucrania, uno de los principales productores de urea (materia prima usada para elaborar fertilizantes), con lo cual los insumos para el campo incrementaron su valor tres veces, lo cual perjudicó los precios de los granos y afectó a muchos productores en el Norte del país.
Manifiesta que la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) (alguna vez Secretaría de la Reforma Agraria), “se ha vuelto una dependencia que la maneja un arquitecto y está al servicio de los amigos de los hijos del presidente para hacer grandes obras y llevarse buenas cantidades de dinero a sus bolsillos”.
No hay planificación en el sector, la Sedatu no tiene programas. “El secretario es como un florero, como dice el presidente. Está de adorno y se ha olvidado de la producción agrícola nacional”, expone.
Se realiza actualmente el Archivo Nacional Agrario, a costos que superan el presupuesto original en tres o cuatro veces lo proyectado. Se pusieron a hacer parques en Tabasco y otras obras, con parte del presupuesto de la secretaría y no le entregan cuentas a nadie.
El dirigente agrarista externa que antes de 2018, cuando inició el presente gobierno, normalmente había deficiencias, pero existía diálogo entre productores y autoridades. Se exponían con claridad los problemas del agro.
En la actualidad no hay apertura, no hay voluntad política para impulsar la productividad, a pesar de que los problemas del campo competen a todo el país, porque de él deriva la producción de alimentos. Hay que apoyar a los campesinos para que produzcan los comestibles de todos los mexicanos, considera.
El líder de la CAM afirma que, desgraciadamente, a este gobierno no le interesa el fomento agrícola y pecuario. “Dice que primero los pobres, pero los de ellos, porqué los pobres del país están olvidados totalmente y en esta ocasión siguen siendo más olvidados todavía”, asevera.
Posteriormente, refiere que se acabaron los recursos de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero, la única banca de fomento que tenía el país en esos rubros, que era un instrumento importante para los productores. Opera FIRA (Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura), pero atiende a los grandes productores, porqué es banca de segundo piso.
No hay una alternativa de como enfrentar con financiamiento los grandes retos que se tienen en el campo. El presupuesto del campo destinado para 2024. cada vez es menor, como si quitando a los que producen alimentos nos fuera a ir mejor, comenta.
Todas las instituciones que daban apoyo para dar certeza jurídica y acabar con el rezago agrario, para tratar de mejorar la vivienda en las zonas rurales, quedaron en el olvido, relata Humberto.
Ante esas circunstancias, se acabaron el dinero que en muchas ocasiones era para resolver los problemas de tenencia de la tierra y de tipo jurídico, con el fin de equilibrar y dejar soluciones prácticas entre comunidades, problemas que se podían solucionar con compra de terrenos y sembrar así la paz, asevera.
Hoy en día, los campesinos están dejados a su suerte y el panorama que se ve en el agro, era como si estuviéramos, ante la presencia de un huracán Otis, categoría 5, que va a arrasar al país en los próximos años. “Veíamos venir la tormenta, pero no nos preparamos para que los daños fueran los menos posibles», dice el dirigente de la CAM.
Señala que no hay interlocución de los campesinos con el gobierno, no hay con quien dialogar. “Así como cerraron las puertas de Palacio Nacional, así cerraron las puertas en las secretarías de Estado y las que las tienen abiertas, no sirven para nada, no resuelven nada”, asegura.
Anteriormente, operaba el Consejo Mexicano para el Desarrollo Rural Sustentable, un instrumento de consulta, en el cual participaban cinco secretarios de estado y actualmente no funciona, no le dan el peso que debía tener. Está totalmente abandonado el espacio que por ley debía existir, como órgano consultivo.
Humberto Serrano Novelo relata la queja repetida por otros sectores: El Gobierno actual no tiene visión de desarrollo, ni planeación en ningún rubro ya sea el campo, la salud, la educación, No hay proyecto hacia donde queremos ir.
Considera que, en el próximo sexenio, debe haber un gran compromiso para sacar adelante muchas cosas que se echaron a perder en el campo durante la presente administración.
El Gobierno Federal que asuma el poder de 2024 a 2030 debe mostrar apertura y ganas de salvar a México para dejar un futuro prometedor a las nuevas generaciones y construir un nuevo país, sin división entre los ciudadanos, concluye.