De norte a sur
Niños armados: fracaso gubernamental
La imagen de niños de Guerrero armados con rifles de bajo calibre y hasta con palos, para defender a su comunidad, desató la indignación en México y en diversos países y la furia del gobierno federal y de ese estado, porqué ese ícono, que recorrió el mundo, pone en evidencia su fracaso para detener la violencia.
Las fotografías y videos de niños y niñas de entre 12 y 17 años de edad, quienes se incorporaron a la policía comunitaria de Ayahualtempa, Guerrero, difundidas el miércoles pasado, causaron diversas emociones entre quienes las observaron. Desde la condena de muchos hacia la violencia permitida por las autoridades, que obliga a los ciudadanos a armar a niños, hasta el malestar de quienes ven negativo que menores de edad manejen rifles.
Pero, por encima de todo ello, es evidente que los asaltos, homicidios y secuestros sufridos por los pueblos de la sierra guerrerense afectan desde hace muchos años a sus habitantes, que deben defenderse por sí mismos, por la evidente incapacidad del gobierno encabezado por Evelyn Salgado Pineda.
Son ya largos 28 años, desde que pobladores de 26 municipios de Guerrero, aglutinados en la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias y Pueblos Fundadores (CRAC), determinó integrar policías comunitarias para defenderse de las bandas de narcotraficantes que azotan sus terruños.
En lugar de buscar la manera de brindar una protección adecuada a los ciudadanos y de castigar los delitos, el secretario general del Gobierno de Guerrero, Ludwig Reynoso, declaró que fincará cargos penales en contra de quienes armaron a niños, pues eso representa un ilícito.
Habría que preguntarle a tan inteligente funcionario, si no le arde la cara de vergüenza de que la falta de acción de las autoridades guerrerenses para proteger a la ciudadanía y su inacción, representa ilícitos por negligencia de servidores públicos.
Pero la criminalidad no se ha apoderado sólo de la sierra alta de Guerrero, en donde existen comunidades aisladas, lo cual representa un factor que facilita el control de grupos criminales, como los Ardillos y Los Rojos, sino que esta situación golpea también al turístico del Triángulo del Sol.
En una acción concertada, los criminales acrecentaron sus extorsiones sobre comerciantes y transportistas de Acapulco, Ixtapa-Zihuatanejo y Taxco, sin que las autoridades puedan o quieran frenarlos. Los gobiernos de Evelyn Salgado, hija del beligerante senador morenista Félix Salgado Macedonio, y las autoridades municipales, se encuentran completamente rebasados.
Por quinto día consecutivo, este jueves, Taxco permaneció sin transporte público por el amago que sufren taxistas por parte de la delincuencia organizada, quienes quieren convertirlos en “halcones” que les avisen sobre el ingreso de grupos criminales contrarios, al pueblo mágico.
En las redes sociales, incluso miembros de La Familia Michoacana y de Los Tlacos tuvieron el descaro de publicar videos en donde se les observa armados con rifles de alto poder, a bordo de camionetas, desde las cuales se les ve presumir del control que tienen sobre la localidad.
En cualquier parte del mundo una situación de este tipo hubiera provocado la indignación de los ciudadanos y el cese fulminante de las autoridades locales, pero estamos en el país de la impunidad, en donde todo sucede, pero nada pasa.
Durante varias noches, se observó a ciudadanos de Taxco encender las luces de sus celulares, como una manera de protestar por la grave situación en que se encuentran.
Como siempre sucede en estos casos, ya después de que ocurren casos de inseguridad, llegaron a Taxco elementos del Ejército y de la Guardia Nacional, pero a juicio de algunos habitantes del lugar, sólo realizan una vigilancia en apariencia para lograr un impacto mediático y temen que los delincuentes vuelvan a aparecer en cuanto se retiren.
Como una medida desesperada, Evelyn Salgado cesó a su secretario de Seguridad Pública, Evelio Méndez, para sustituirlo por el general brigadier, Rolando Solano Rivera. Compadecida como es, Rosa Icela Rodríguez, secretaria general de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, del Gobierno Federal, prometió a Méndez darle un trabajo en su dependencia. O sea, premiará con una chamba a un funcionario que no hizo un buen trabajo en Guerrero.
La inseguridad y el malestar de los ciudadanos provocó que la gobernadora hiciera una llamada al alcalde de Taxco, Mario Figueroa, quien se encontraba en España, como asistente al evento del sector turístico Fitur.
Lo inconcebible del caso es que el munícipe mostró molestia por regresar a su trabajo. En un video subido a sus redes sociales, destaca que los sitios turísticos, como Taxco, se tienen que promover en el exterior y en referencia a la aparición pública de grupos criminales, indicó que “iba por seis días a la Fitur, pero desgraciadamente pasó esto y me tuve que regresar”.
En un descaro total, en su esfuerzo de minimizar la ola de violencia que azota a ese pueblo mágico, en donde se han registrado varios homicidios y secuestros en las últimas semanas, consideró que esos casos de grave inseguridad son “bachecitos”, que van a seguir pasando.
Si hubiera un premio al descaro, Mario Figueroa lo ganaría, sin lugar a dudas.