Descomplicado/Jorge Robledo
¿AMLO miente o Zaldívar fue mandadero?
Lo que muchos mexicanos sospechaban, pero que no había manera de comprobar, quedó al descubierto: cuando Arturo Zaldívar Lelo de Larrea fue titular de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), recibió “consejos” del presidente Andrés Manuel López Obrador para que recomendara a jueces que actuaran conforme al dictado del mandatario, de tal o cual manera.
La cínica o abierta declaración del tabasqueño, de que eso ocurría, confirmó la complicidad entre un poder ejecutivo que daba instrucciones al presidente del poder judicial y la cero independencia de este en el sexenio que está cerca de concluir.
En una mañanera, López Obrador reveló que cuando estaba el ministro Arturo Zaldívar, al frente de la Corte, “nosotros interveníamos respetuosamente” y afirmó que le pedía que intercediera en algunos casos para hablar con los jueces.
El presidente reprochó que, si Zaldívar aún estuviera en la representación judicial, no se habría permitido que el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, saliera de prisión y continuara su proceso en su casa. Evidentemente, AMLO desconoce los procedimientos legales y piensa que un procesado puede obtener ese tratamiento, sin que eso signifique su exoneración o quizá sí sabe, pero le gusta manipular políticamente todo a su favor.
“Cuando estaba el ministro Zaldívar, de presidente de la Corte había más recato, todavía cuando había un asunto así de ese tipo, nosotros respetuosamente interveníamos, porqué no es sólo la libertad domiciliaria para políticos, sino la delincuencia organizada, con mucho poder”, afirmó.
«Él ayudaba (Zaldívar). Llega la señora Piña y dice los jueces son autónomos, o sea licencia para robar, hagan lo que quieran porque así tiene fuerza al interior del poder judicial, o sea es una relación de componendas y complicidades como si se tratara de una mafia”, dijo. O sea para el poder no existe división de poderes y los jueces sólo roban.
AMLO también se quejó de que, por el cambio de presidencia en la Corte, con la llegada de la ministra Norma Piña, “todos los casos los perdemos, amparan a las empresas que quieren tener el control de la industria eléctrica nacional, protegen a los traficantes de influencias, corruptos, a los seudoambientalistas, seudodefensores de derechos humanos, etc. etc”. Con su declaración, aunque se pase por encima de la ley, AMLO quiere que su gobierno gane todos los casos. Vaya prepotencia.
“A la marcha (para defender la democracia) fueron jueces empleados del Poder Judicial, porque como estamos planteando que los elija el pueblo, porque esa es la única manera de limpiar al poder Judicial que el pueblo elija a los jueces, a los magistrados, a los ministros, ya ven que para todo es el INE no se toca, la Corte no se toca, mi democracia no se toca, entonces son parte del bloque conservador”, aseguró. Dicho de otra manera, AMLO quiere jueces a modo, a la mejor sin experiencia como magistrados, pero sí “electos” por su “movimiento”, al que llama “el pueblo”
En tanto, Arturo Zaldívar negó que durante su mandato haya intervenido para que jueces o magistrados modificaran decisiones en algunos casos a petición del gobierno federal, como reconoció el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) este miércoles.
En entrevista con Ciro Gómez Leyva, en Radio Fórmula, Zaldívar señaló que cuando el presidente se quejaba de la actuación de un juez o magistrado llegaba una queja a las áreas técnicas de la SCJN, y si ésta tenía mérito se iniciaba una investigación y si no, se desestimaba.
“Teníamos nosotros la cortesía de informar al gobierno las razones por las cuales no procedía su queja, siempre cuando estaba en el ejercicio de la autonomía y de la función jurisdiccional del juez”, explicó.
De acuerdo con el ahora integrante de la campaña de Claudia Sheinbaum, cuando ocurría todo ese proceso nunca hubo un reclamo posterior y de esa manera, mencionó, fue cómo defendió la autonomía del Poder Judicial durante su administración.
En este sentido, Zaldívar aseguró que “nunca le habló ni le hablaron a ningún juez ni magistrado para sugerirle, para insinuarle, mucho menos para instruirle un determinado caso”. Todo lo contrario a lo afirmado por López Obrador.
De acuerdo con el exministro, lo controversia de las declaraciones de AMLO se dan porque “es un tema más de lenguaje”, ya que al no ser abogado, López Obrador no maneja el lenguaje técnico, además dijo que no se sabe cómo se procesaba la información que él recibe por parte de funcionarios “y quizá él, al final, la verbalizó de esa manera”.
La declaración de AMLO desató el enojo de la oposición, que exige, incluso, que sean investigados los fallos controversiales de la Corte, durante la gestión de Zaldívar y también generó el rechazo de la Bara Mexicana, Colegio de Abogados, que fue señalada por el mismo ex presidente de la SCJN, como un organismo de la “oligarquía”.
Fuera de cualquier juicio sectario, es evidente que la intención de AMLO fue influir en la Corte, en la gestión de Zaldívar, lo cual no se quedó en discurso político, sino que lo llevó a la práctica. Por ello, su enojo ante una presidenta del poder judicial, como Norma Piña, con total independencia, después de que durante varios años tuvo a su lado a un presidente de la SCJN “carnal”, manipulable y que ahora forma parte del equipo de su corcholata, Claudia Sheinbaum. Mayor complicidad no puede haber.