Itinerario político/Ricardo Alemán
El Gobierno, responsable de muertes por Covid-19
Andrés Manuel López Obrador y Hugo López Gatell encabezaron una fallida estrategia para enfrentar la pandemia de Covid-19, que costó la vida a más de 300 mil mexicanos que no pudieron salvarse por los errores cometidos por el presidente de la República y por el subsecretario de Salud.
Eso se puede desprender del informe de la Comisión Independiente de Investigación sobre la Pandemia de Covid-19 en México, la cual señala que de 2020 al 9 de mayo de 2023, cuando las autoridades mexicanas decretaron el fin de la emergencia sanitaria, en México ocurrieron 808 mil 619 muertes en exceso, es decir, fallecimientos por todas las causas por encima de las esperadas en condiciones normales.
De las 808 mil 619 muertes en exceso, 511,081 son atribuidas a Covid-19 por la revisión de la causa de muerte en las actas de defunción. En cambio, el sistema de vigilancia epidemiológica registró sólo 334,196 por el virus SARS-CoV-2. Esto significa que el sistema de información utilizado por las autoridades para la toma de decisiones dejó de captar alrededor de 35 de cada 100 muertes por Covid.
Lo anterior significa que 6.4 de cada mil mexicanos murieron a causa de la pandemia, ya sea de manera directa por el virus o indirectamente. López Gatell se atrevió a declarar que el escenario “muy catastrófico”, que estimaba un máximo de 60 mil muertes por la pandemia, representa apenas el 7.4% de las muertes reales.
México fue el cuarto país del mundo con más muertes en exceso por la pandemia de covid-19, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Solo Perú, Bolivia y Ecuador lo superan.
Desde mi óptica, el descaro de un cínico López Gatell fue tal que se fue de vacaciones a la playa con su novia en plena pandemia, como fue evidenciado en videos subidos a las redes y que recomendó no usar cubre bocas, porque estos “sirven para lo que sirven y no sirven para lo que no sirven”, en una declaración digna de Cantinflas.
Y qué decir de Andrés Manuel López Obrador que minimizó la gravedad de la pandemia, al inicio de la misma, al recomendar que los mexicanos siguieran su vida normal, con reuniones y abrazos con familiares y conocidos.
Y que servil la afirmación de López Gatell, quien, a una pregunta de reporteros, afirmó que AMLO no podía contagiar a nadie en sus giras, que no suspendió, pese a la pandemia, porqué “él es una fuerza moral y no de contagio”, como si López Obrador fuera un ser inmortal y no humano. La realidad los abofeteó a los dos, que se enfermaron de Covid-19. Eso opino yo, no el informe.
El informe señala que la Covid-19 tomó al mundo por sorpresa: muchos gobiernos
dudaron sobre cómo actuar ante una crisis de tal magnitud, en la que la información disponible sobre el virus era imperfecta, cambiante y en ocasiones contradictoria.
No obstante, la gestión de la pandemia, las decisiones gubernamentales y el ejercicio responsable de la autoridad pública tuvieron un peso decisivo en la magnitud del impacto, menciona el documento.
Desde finales del año 2023, un grupo de académicos e investigadores en diversas disciplinas, preocupados por el impacto de la pandemia de Covid-19 en México e interesados en derivar lecciones para evitar futuras catástrofes, acordaron conformar una Comisión Independiente con el propósito de entender qué fue lo que pasó y por qué y aprender con lo ocurrido para no repetir los mismos errores.
El equipo de investigación estuvo coordinado por Mariano Sánchez Talanquer y, en su comisión, coordinada por Jaime Sepúlveda, destacan personalidades como: Claudia Agostoni, Sergio Aguayo, Julia Carabias, José Ramón Cossío, Julio Frenk, Antonio Lazcano, Helena Legido-Quigley, Carlos Mancera, María Elena Medina-Mora, Carol Perelman y Sylvia Schmelkes.
Como es habitual en cualquier acción que evidencia su mal trabajo como presidente, López Obrador descalificó automáticamente el estudio, al señalar que lo hicieron “personas que estaban en otros gobiernos y no nos quieren”. Para él, todo debe ser aplauso a su administración, pero no puede tapar la realidad.
Sin embargo, fueron evidentes los errores que costaron muchas vidas no sólo a pacientes, sino también a médicos y enfermeros que no recibieron el equipo adecuado para enfrentar la pandemia.
El informe recuerda que, a fines de marzo del 2020, el personal médico tomó las calles en protesta por la falta de capacitación e insumos básicos para atender la crisis sanitaria. En urbes como Saltillo, Xalapa, Villahermosa y la Ciudad de México, entre otras, médicos y enfermeras denunciaron la carencia de equipo de protección personal adecuado, incluyendo gafas, cubrebocas y guantes.
Esta deficiencia no sólo exponía al personal de salud al contagio en hospitales, sino que también obstaculizaba la atención adecuada a pacientes enfermos de Covid-19. En el Hospital General Regional 72, en Tlalnepantla, médicos residentes enviaron una carta abierta al secretario y el subsecretario de Salud federal, en la que señalaban la falta de equipo, la escasez de personal calificado y la ausencia de protocolos básicos.
El informe subraya que, de manera paralela, el gobierno mexicano readquirió, a mayor precio, distintos insumos que tan sólo unas semanas atrás había vendido al gobierno chino.
Y agrega otros errores garrafales, como que el Consejo de Salubridad General (CSG) el Consejo Nacional de Salud (CNS), que constituyen las principales instancias formales de coordinación del Estado mexicano en caso de epidemias de carácter grave, no fueran los principales instrumentos para enfrentar la pandemia, además de que el presidente de la República y el subsecretario de Salud, no ejercieron el liderazgo que les correspondía.
El estudio fue realizado en memoria de los cientos de miles de personas que murieron en esa época trágica para el país, muchas de ellas en aislamiento, sin acceso a atención médica apropiada y carentes de los medios para protegerse del contagio.
Son los mismos muertos que deberían pesar en la conciencia de los dos funcionarios de apellido López. Sin embargo, su cinismo los hace inmunes a eso.