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Teléfono rojo
“Siento temor por mi familia, no tanto ya por mí. Tengo a mi familia separada, no tengo el respaldo de la policía municipal. Me dice el que puse como comandante, ¿jefa, de qué manera la acompaño, de qué manera la respaldo si no tenemos ni un arma?”.
Fue el audio, en el que la voz preocupada de Florisel Ríos Delfín, presidenta municipal de Jamapa, Veracruz, denunciaba la vulnerabilidad de su ayuntamiento y de ella misma. Días después, la funcionaria fue secuestrada por un grupo de hombres armados y horas después, el miércoles pasado, su cuerpo sin vida fue encontrado en un paraje solitario de la zona.
La amarga noticia del homicidio de la política hizo estallar al presidente nacional del Partido de la Revolución Democrática, Jesús Zambrano, quien, ante su equipo de trabajo, acusó: “El responsable de este asesinato es el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García”.
Florisel salió de su casa el miércoles por la mañana, pero fue inmediatamente interceptada por un comando de hombres armados encapuchados. La ausencia de la funcionaria fue detectada por su equipo de trabajo y de inmediato se inició un operativo para localizarla. Lamentablemente para todos, quizá no para Cuitláhuac García, el cadáver de la mujer fue encontrado en la comunidad de Ixcoalco, del municipio de Medellín de Bravo.
Ríos Delfín había ganado las elecciones, como producto de una alianza entre el PAN y el PRD, fórmula que dio resultado en Veracruz a los dos partidos, sobre Morena, ya que 35 por ciento de los 212 municipios del estado es encabezado por un munícipe proveniente del panismo-perredismo. Ella siempre vivió enfrentada con Cuitláhuac García.
De acuerdo a lo afirmado por la propia Florisel desde que tomó el poder, el gobernador García desató una cacería política en contra de los presidentes municipales que no fueran morenistas, una maniobra más que sucia, basada en acusaciones penales falsas.
Una de esas demandas, fue la emprendida por el gobierno de García en contra de Fernando Hernández, director del DIF de Jamapa, y esposo de Floricel, acusado por la Fiscalía de Veracruz de peculado y malversación de fondos. Hernández huyó en el momento que se percató que iba a ser detenido por policías estatales y hasta la fecha se encuentra prófugo.
Luego del asesinato de su esposa, Fernando escribió en sus redes sociales que él y su esposa eran inocentes de las denuncias presentadas en su contra. En referencia a los posibles autores del homicidio de su cónyuge dijo que “estamos en un México en donde de todo culpan al crimen organizado”, como tratando de advertir que el hampa no responsable del homicidio.
Cuitláhuac García había ordenado suspender el envío y la compra de armas para equipar a la policía de Jamapa, situación que motivó a Floricel a hablar con el secretario de Gobierno de la administración estatal, Eric Cisneros, para denunciar la falta de apoyo del gobierno de Veracruz y porque temía por su integridad y la de sus dos hijos.
Cisneros mostró una hostilidad abierta hacia ella. En un audio, Florisel confesó: “Fui a hablar con el secretario de Gobierno ayer, y me arrepiento enormemente por la manera en que me trató el señor. Creo que como mujer no lo merecía. Me acerqué a él; cuando me vio me dijo: Te quiero decir que estás mal. Tu municipio está mal, si tu esposo no se entrega. Así que no te voy a regresar las armas de tu policía”.
Y la negativa para que la policía de Jamapa tuviera armas fue la sentencia de muerte para la presidenta municipal. Fue la maniobra urdida desde el palacio de Gobierno de Xalapa.
Cuitláhuac García reconoció que su gobierno no atendió los llamados de auxilio de Florisel, debido a que ésta no había querido solventar las irregularidades en que se encontraba su policía municipal, y por las órdenes de aprehensión que existían en contra de su esposo y de otros colaboradores de su administración.
Admitió que la presidenta municipal se acercó a Eric Cisneros Burgos, para solicitarle apoyo, pero éste le recriminó la situación de su esposo y de la policía municipal.
“En medio de un proceso de investigación a la policía, ¿Cómo le íbamos a armar? Eso no podía ser, devolverle las armas hubiera sido una irregularidad. Tampoco podíamos actuar en complicidad de quien tiene una orden de aprehensión”, justificó García.
El gobernador dijo que la policía municipal de Jamapa tenía dos años con portación irregular de armas; cinco de nueve policías no pasaron exámenes de confiabilidad y la corporación era sospechosa de haber sido omisa en la comisión del homicidio de dos personas.
“Existieron varios homicidios en Jamapa, entre ellos el de dos personas cuyos cuerpos fueron arrojados en las inmediaciones del municipio de Manlio Fabio Altamirano, pero en donde la policía de Jamapa pudiera tener un involucramiento”, planteó.
García Jiménez recordó que además existe un video del comandante de la policía municipal, Miguel de Jesús Castillo, quien fue asesinado en junio, en el que hace una confesión de haber participado en varios crímenes. Lo que no dijo el gobernador es que en ese video se aprecia que el comandante era torturado.
Añadió que, durante el gobierno de Miguel Ángel Yunes, entre 2016 y 2018, la propia presidenta municipal propició que la delegación de la Secretaría de Seguridad Pública que había en su municipio se moviera a Soledad de Doblado.
Ante estos elementos, el mandatario veracruzano decidió desarmar a la policía municipal luego de observar diversas irregularidades en su comportamiento. “Nosotros queremos dar el contexto en que esto sucedió, porque se quiere señalar al secretario de Gobierno de alguna responsabilidad. En Veracruz se acabó la impunidad y quien no lo quiera entender, con la cárcel lo entenderá”, dijo García Jiménez.
En Veracruz, por cielo, mar y tierra, buscan a los asesinos de Floricel. En un estado en donde se incrementa la violencia, el gobernador negó armas para la seguridad pública a una alcaldesa que las solicitó, como era su responsabilidad y que además se sentía amenazada de manera personal. Sí, con la cárcel deben pagar quienes cometieron este homicidio y quienes por incompetencia permitieron que ocurriera, señor mandatario.
Cuitláhuac García es remedo del jefe del Ejecutivo Federal, quiere gobernar sólo, es intolerante, autoritario, no quiere ningún tipo de oposición, quiere mandar sin contrapesos, arrasar, considera que Veracruz es de él, piensa que es su reino. ¿Cuántos muertos más habrá, señor gobernador?