Estrategia de abrazos no balazos no funcionó, advierte Ken Salazar
SAN PEDRO SULA, Honduras, 25 de octubre de 2017.- A un mes de los comicios presidenciales, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Honduras busca que los partidos de oposición asuman el compromiso de reconocer los resultados, cualesquiera que sean, y eviten insertar al país en un conflicto postelectoral que no ha habido prácticamente desde 1982.
El escenario para la autoridad electoral es complicado. La oposición hondureña radicalizó su posición de denunciar fraude anticipadamente, luego de conocerse que todas las encuestas anticipan el triunfo, con alrededor del 40 por ciento de los votos, del candidato del Partido Nacional, el presidente Juan Orlando Hernández, quien busca la reelección.
El TSE informó que cambiará de empresa responsable de transmitir los datos de la suma de sufragios y que instalará servidores en cada partido, para que monitoreen la jornada electoral del próximo 26 de noviembre, pero eso parece insuficiente para la Alianza de Oposición y el Partido Liberal, segundo y tercer lugar de las encuestas.
Pero el más radical de los opositores y presidenciable de la Alianza de Oposición, Salvador Nasralla, con alrededor de 20 puntos en la intención de votos, ha dicho que no reconocerá la derrota y ha acusado a la autoridad electoral y a los observadores internacionales de la OEA y de la Unión Europea, de estar “pagados con dinero del narco” para convalidar el triunfo del presidente Hernández.
Luis Zelaya, candidato Liberal, afirma que no reconocerá resultado de ningún conteo que no sea el de las mesas receptoras de votos y de las actas, incluso si le favorecen.
El presidente Hernández, por su parte, dijo que estar dispuesto a reconocer una eventual derrota. Pero eso es en realidad poco probable: la encuesta de Moreno Research indica que tiene 46 por ciento de intención de voto y la de la Encuestadora Paradigma le asigna 42.5 por ciento.
La elección en Honduras está dividida en tercios. La Alianza de Oposición lleva entre 15 y 20 por ciento de intención, y el Partido Liberal no rebasa el 15 por ciento.
La situación favorece al partido del Presidente, el Nacional, esto no obstante que en las redes sociales y en el ‘círculo rojo’, su intento de reelección ha sido permanentemente descalificado.