Lilia E. Cárdenas Treviño, líder social y promotora cultural
CIUDAD DE MÉXICO, 8 de diciembre de 2022.- Durante milenios, la humanidad ha usado la escultura antropomorfa para explicar el mundo que le rodea, dar cuenta de su pasado mítico, de su presente y de los rasgos de su identidad de cara al futuro y la exposición Escultura y Tiempo. África, América y Oceanía reúne una cuidadosa selección de obras que dan cuenta de esta forma de expresión.
Organizada por la Secretaría de Cultura, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en conjunto con el Museo Quai Branly-Jacques Chirac, de París, Francia, esta muestra puede visitarse en el Museo Nacional de Antropología (MNA), donde permanecerá hasta el 23 de abril de 2023.
Al inaugurar la instalación, en representación del director general del INAH, Diego Prieto Hernández, el coordinador nacional de Museos y Exposiciones, Juan Manuel Garibay López, destacó que se trata de “un encuentro cultural inédito, así como una mirada académica, profunda y exploradora de nuestra condición humana”.
El embajador de Francia en México, Jean-Pierre Asvazadourian, indicó que esta exposición llega a México como resultado de un esfuerzo gubernamental que ha hecho posible la presentación en París de una triada de muestras centradas en las civilizaciones teotihuacana, maya y olmeca –en 2009, 2014 y 2021, respectivamente–, así como el traslado temporal a México de 25 obras del Museo Quai Branly, para la magna muestra La grandeza de México, el pasado 2021.
Acompañado del titular del MNA, Antonio Saborit García Peña; del curador de la exposición, Yves Le Fur, y de las directoras de Patrimonio y Colecciones y de Desarrollo Cultural del museo francés, Anne-Solène Rolland y Christine Drouin, el diplomático anunció que Escultura y Tiempo. África, América y Oceanía no solo es el epílogo de los esfuerzos descritos, sino también el preámbulo de una próxima exposición que, en el verano de 2024 –en paralelo con los Juegos Olímpicos–, llevará a París el poderío cultural de la antigua civilización mexica.
La nueva exposición del MNA pone en diálogo obras que van de tiempos prehistóricos al siglo 20, con una visión desde la antropología del arte, a fin de cuestionar ¿qué es una estatua y por qué el ser humano se ha remitido a este medio de expresión para explorar su propia condición?
Con 106 piezas, creadas con algunos de los materiales más usados en la práctica escultórica: piedra, arcilla y madera, Escultura y Tiempo.., propone como eje central el papel de esta tradición en los tres continentes, la cual adquiere un sentido orgánico entre la sociedad y el mundo que le rodea.
Del total de obras, 66 provienen de los acervos del Museo Quai Branly-Jacques Chirac, entre estatuas originarias de África y Oceanía, además de otras elaboradas por culturas suramericanas, asentadas en las márgenes del río Amazonas. Destaca una estatua masculina elaborada en Sindara, Gabón, durante el siglo 19, y un traje toü, originario del área amazónica, el cual data del siglo 20.
Las 40 piezas restantes son mexicanas: 37 proceden del MNA; dos del acervo de la Zona Arqueológica de Teotihuacan, ubicada en el Estado de México, y una más del Museo Nacional de Culturas Populares.
En el conjunto de piezas nacionales destacan tallas como el Adolescente huasteco, elaborada hacia el periodo Posclásico mesoamericano (900-1521 d.C.) y la escultura El luchador, perteneciente a la tradición olmeca, cuya antigüedad oscila entre los años 1300 y 600 a.C.