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BUENOS AIRES, 20 de noviembre (Quadratín México).- Un caos se vivió este martes en Buenos Aires, Argentina, por la huelga parcial realizada por sindicatos contra la política laboral de la presidenta Cristina Fernández.
Bloqueos en avenidas y autopistas, así como el cierre de aeropuertos y gasolineras, además de la suspensión del servicio en el Metro, bancos y juzgados, fueron algunos de los efectos de la manifestación de los trabajadores sindicalizados argentinos.
Tampoco hubo distribución de periódicos ni recolección de basura, este último servicio cancelado desde el domingo debido a medidas de fuerza contra el gobierno capitalino.
La marcha multitudinaria fue organizada por los sectores opositores de las centrales General de Trabajadores (CGT) y de Trabajadores Argentinos (CTA), contra la política laboral de la mandataria.
La convocatoria, aunque inicialmente como paro general, quedó en una huelga parcial de los sindicatos disidentes.
El efecto del paro sindical fue el bloqueo de los principales accesos a la capital argentina, y en algunas de las principales calles del centro de Buenos Aires.
Los automovilistas fueron los principales perjudicados por el cierre de las gasolineras, sumado a la falta de dinero en cajeros automáticos y el cierre de bancos para la atención al público.
El líder de la CGT, Hugo Moyano, agradeció el apoyo a la huelga y aseguró que el gobierno de la presidenta Fernández debe eliminar un impuesto al salario, así como aumentar programas sociales y jubilaciones.
“Con (el expresidente) Néstor Kirchner (2003-2007) había respuestas, ahora no solamente no hay respuestas del gobierno, hay también ninguneo y amenazas”, denunció.
El ministro del Trabajo, Carlos Tomada, afirmó que el paro sólo fue parcial y convocó a los sindicatos a no obstaculizar a quienes sí quieren trabajar.
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