
Ultiman armados a hombre en fraccionamiento de Acapulco
CIUDAD DE MÉXICO, 21 de mayo de 2025.- En su visita a la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, Ana María Ibarra Olguín, candidata a Ministra de la Suprema Corte, sostuvo un diálogo abierto con integrantes de la comunidad universitaria, en el Centro Cultural Casa Talavera, donde expuso su visión para construir un Poder Judicial más justo, empático y conectado con la realidad del país.
Acompañada de estudiantes, docentes y activistas, Ibarra habló de la urgencia de recuperar la confianza en la justicia a través de una profunda transformación. “La justicia no puede seguir siendo un privilegio inaccesible, una esperanza inalcanzable ni una promesa vacía”, advirtió, al denunciar el carácter elitista y distante que ha caracterizado a la Corte en los últimos años, refirió un comunicado.
La candidata explicó que su propuesta de justicia con equidad parte del reconocimiento de que no todas las personas enfrentan la ley en igualdad de condiciones. “Juzgar con equidad es emparejar el terreno… es tomar en cuenta el contexto… es remover las barreras que impiden a las personas ejercer plenamente sus derechos”, sostuvo, subrayando que el Poder Judicial debe ser un agente de cambio, no un obstáculo para quienes más lo necesitan.
Ibarra enfatizó que el derecho debe dejar de ser una herramienta alejada de la ciudadanía y convertirse en un instrumento que transforme vidas. “Una Corte que entienda que la justicia no es neutralidad, sino transformación con rumbo y con empatía”, dijo, al insistir en que los tribunales deben ser foros al servicio del pueblo.
Dirigiéndose a las y los jóvenes, Ibarra defendió el papel de la educación como base para la transformación: “No hay transformación judicial posible sin conocimiento, sin pensamiento crítico y sin sensibilidad social. La educación es lo que nos permite imaginar una justicia distinta, más cercana, más digna y mucho más nuestra”.
Finalmente, propuso abrir paso a un nuevo capítulo en la historia del país: “Mi compromiso es con una Suprema Corte que escuche al pueblo y actúe por el bienestar de quienes han sido históricamente ignorados. Es tiempo de colocar la dignidad en el centro de la Constitución”. Afirmó que derechos como la salud, la vivienda y la alimentación deben pasar del discurso a la acción, y ser defendidos desde el máximo tribunal.