Especialistas de La Raza salvan ojo a bebé con quimio intraarterial
CIUDAD DE MÉXICO, 12 de marzo (Quadratín México).- Tropezones constantes y la imposibilidad de percatarse de lo que tiene a sus lados, son los primeros síntomas de glaucoma, segunda causa de ceguera irreversible en el mundo.
Generalmente ante estos síntomas, las personas suelen acudir al optometrista, pues consideran que ya necesitan lentes y, al no detectarse la enfermedad de forma temprana por un oftalmólogo, avanza hasta provocar dolor en el ojo, pero entonces el daño está muy avanzado y la ceguera es irreversible.
La jefa del Departamento Clínico de la División de Oftalmología del Hospital de Especialidades, del Centro Médico Nacional Siglo XXI, María de Lourdes Soto Hernández, dijo que para evitar este riesgo, es necesario que las personas mayores de 40 años acudan a revisión con el oftalmólogo por lo menos una vez al año.
Explicó que el glaucoma es una afección del nervio óptico –neuropatía- encargado de llevar la información del ojo al cerebro, la cual puede ir acompañada de alta presión ocular, que ocasiona defectos en el campo visual periférico y por ende, pérdida progresiva de visión.
La forma más frecuente del padecimiento es el glaucoma primario de ángulo abierto, deformación que tiene como principal causa el factor hereditario, además de la raza, miopía, diabetes e hipertensión.
La especialista puntualizó que el incremento en la presión del ojo es el único factor controlable, por lo que reducirla es el tratamiento.
Para ello, dijo, los especialistas del Seguro Social prescriben fármacos, en forma de colirios, que disminuyen la producción de humor acuoso (líquido que nutre y oxigena las estructuras del globo ocular).
En casos en los que la presión no se logra controlar, destacó, se recurre a procedimiento quirúrgico.
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