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WASHINGTON, 13 de febrero (Quadratín México).- La secretaria de Seguridad Interna de Estados Unidos, Janet Napolitano, aseguró que el sistema migratorio estadunidense “necesita una dosis de sentido común” que evite la separación de las familias y ofrezca un camino hacia la ciudadanía para aquellos que han construido su vida en el país.
En una audiencia sobre inmigración ante el Comité Judicial del Senado, recordó que la deportación de los 11 millones de inmigrantes indocumentados que se calcula hay en el país es “simplemente imposible”, y no sólo eso, “sería un factor debilitador” para la economía de Estados Unidos y provocaría la ruptura de miles de familias.
“El sistema de inmigración no solamente está roto, está hiriendo nuestro país”, aseguró Napolitano, quien también defendió la “identidad estadunidense” basada en ser un país de inmigrantes que lo enriquecen y ayudan a su progreso.
“Tenemos que mantener un duro trabajo sobre el sistema migratorio, ayudar a mejorar la situación de aquellos que llevan aquí muchos años y pagan nuestros impuestos, facilitarles su camino hacia la ciudadanía”, insistió.
Señaló que antes de completar la reforma migratoria es necesario también “reforzar las fronteras”.
“Nuestras fronteras son más fuertes que nunca antes, he experimentado el cruce ilegal de fronteras y estoy comprometida con eliminar este asunto. Nuestras fronteras están mejor que antes, y los resultados son claros, pero no está todo hecho”, añadió.
La funcionaria norteamericana resaltó que “a partir de ahora debemos hacer las cosas más difíciles para aquellos que quieran entrar de manera ilegal y hacer las cosas más fáciles para aquellos que ya están aquí y forman parte de la sociedad estadunidense”.
Sobre si el proceso de legalización haría más complicada la deportación de aquellos inmigrantes ilegales que hayan cometido algún delito, Napolitano respondió un rotundo “no”.
“Será menos complicado deportar a los criminales porque legalizar a aquellos que han estado viviendo y trabajando aquí durante años nos permitirá enfocarnos en aquellos que deben ser deportados por haber cometido delitos”, explicó.
Napolitano dijo que a menudo el enfoque sólo en la seguridad fronteriza “sirve como una excusa para no atender otros problemas” como el tráfico de personas y el crimen organizado internacional e ignora los avances realizados en los años pasados.
También defendió el programa de suspensión a las deportaciones anunciada por Obama el año pasado en beneficio de jóvenes indocumentados que llegaron de niños a Estados Unidos al indicar que es “consistente con nuestros valores”.
Al comienzo de la audiencia, un manifestante que gritó “no más deportaciones” interrumpió brevemente el testimonio de Napolitano.
Durante su mensaje sobre el Estado de la Unión, el presidente Barack Obama señaló: “envíenme un proyecto de ley para una reforma migratoria integral en los próximos meses y yo la firmaré de inmediato”.
El mandatario, cuyo discurso se centró en la defensa de la clase media, señaló que el fortalecimiento de la economía pasa por aprovechar “los talentos e ingenio de los inmigrantes que se esfuerzan con esperanza”.
Obama destacó que una “verdadera” reforma migratoria integral equivale a una mayor seguridad fronteriza, algo que su gobierno ha hecho mediante el mayor desplazamiento de agentes en la frontera en la historia de Estados Unidos y una reducción de los cruces ilegales a sus niveles más bajos en 40 años.
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