Agradecen Sebastián Yatra y Bad Gyal a Dido en 2AM
CIUDAD DE MÉXICO, 18 de febrero de 2020.- Abundante en biodiversidad, paisajes sumergidos de ensueño y evidencias arqueológicas y paleontológicas de primer orden, el Gran Acuífero Maya también es un sitio riguroso en cuanto su cuidado y demandante en su investigación especializada.
Por ello, en el Museo Nacional de Antropología, se anunció una subvención que el Ministerio de Cultura de Suiza otorgará al Proyecto Gran Acuífero Maya (GAM), del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Este apoyo, el cual comprende una inversión cercana a los dos millones de pesos, fue detallado en sus antecedentes y objetivos en una conferencia de prensa encabezada por el embajador de Suiza en México, Eric Mayoraz; por el coordinador nacional de Arqueología del INAH, Pedro Francisco Sánchez Nava, y por el titular del Proyecto GAM, Guillermo de Anda.
«Poder asociarnos, en este caso con el gobierno suizo, en pro de la investigación, conservación y divulgación del patrimonio cultural de nuestro país, siempre es muy satisfactorio”, declaró el arqueólogo Sánchez Nava al agradecer, a nombre del antropólogo Diego Prieto, director general del INAH, el apoyo al proyecto GAM.
Se enfatizó que la subvención estará enfocada a la investigación y, particularmente, al trabajo de preservación digital, de la mano con la National Geographic Society, de seis contextos arqueológicos subterráneos, cuyos elementos, características y relaciones espaciales destacan el papel principal de las cuevas en las actividades rituales mayas.
El embajador Mayoraz explicó que, anualmente, el Ministerio de Cultura de su nación selecciona proyectos alrededor del mundo encaminados a la protección de bienes culturales, de allí que México ocupe un lugar prioritario en la agenda de dicha oficina.
Señaló que el Proyecto GAM “por un lado, reúne la tradición”, ya que se realiza con el mayor respeto a los contextos arqueológicos y a las cosmovisiones indígenas que aún rodean los cenotes y las cuevas sumergidas de la península de Yucatán; “y, por el otro, la innovación”, pues abreva de escáneres láser, cámaras de 360 grados, sonares de barrido y otras tecnologías de vanguardia que acompañan al trabajo arqueológico de campo.
El arqueólogo Guillermo de Anda expuso que los seis contextos arqueológicos seleccionados están ubicados en Quintana Roo y Yucatán, y sobresalen de los miles de sitios similares que existen en ambos territorios por la abundancia de elementos bioculturales que albergan.
«En Quintana Roo trabajaremos en el cenote del Dios del Comercio, el cual es parte del Sistema Sac Actún, la cueva inundada más grande del mundo, mientras que, en la Zona Arqueológica de Chichén Itzá, nos enfocaremos en el cenote Holtún, el cual, si bien ha sido muy estudiado en sus regiones someras, aloja aún muchos elementos como vasijas, esculturas Tláloc y representaciones antropomorfas en sus secciones más profundas, a 40 y 45 metros”.
Tras explicar el delicado proceso de trabajo que se implementará en la cueva Balamkú, un santuario subterráneo maya redescubierto por el Proyecto GAM, en 2019, De Anda comentó que se trabajarán otros tres contextos también son hogar de sobresalientes vestigios.
En uno de ellos está una vasija con jeroglíficos, comentó el también explorador de la National Geographic Society, al precisar que dicha inscripción refiere, probablemente, a la fecha 8 ajaw, “de carácter fatídico para los mayas, por aludir a un fin de ciclo, y que podría ayudarnos a entender este particular contexto, donde también tenemos identificados, al menos, nueve individuos que podrían haber sido sacrificados en la antigüedad”.
Mayoraz, Sánchez Nava y De Anda coincidieron en que los resultados de la subvención otorgada por Suiza estarían recabándose hacia 2021, y ayudarán a generar productos digitales para la divulgación pública de la ciencia y la participación de la comunidad en el entendimiento y cuidado del acuífero y su patrimonio cultural sumergido.
Y anunciaron la intención binacional e interinstitucional de plasmar los logros de esta alianza en una exposición temporal que simultáneamente se presentaría en los museos nacionales de Antropología de México y de Suiza, así como en el Museo National Geographic, en Washington DC, Estados Unidos; tentativamente a mediados del próximo año.