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CIUDAD DE MÉXICO,. 22 de noviembre de 2017.- La independencia de México culminó en el mar en 1825. Un naciente instituto armado, un viento de norte y la defensa de San Juan de Ulúa fueron determinantes para culminar con la oposición española al México independiente.
Cuatro años después de que Agustín de Iturbide proclamó el acta independentista en 1821, con la cual se separaba a México del imperio español, persistía en Veracruz un grupo de españoles que no reconocían la creación de una nueva nación. La entonces novel Secretaría de Guerra y Marina fue la institución encargada de librar la ultima batalla para extinguir a la resistencia española, y con ello surgió la Armada de México.
El director de área de las Capitanías Puerto de la Secretaría de Marina Javier Torres Claudio explicó que cada 23 de noviembre se conmemora el nacimiento de la Armada de México en honor a los combatientes mexicanos que enfrentaron a los españoles que buscaban restablecer la monarquía, y se encontraban atrincherados en San Juan de Ulúa.
“Sobre el territorio nacional estaba consumada la Independencia pero se nos olvida lo que pasaba en los mares y las costas”, sostuvo el Capitan de Navío del Cuerpo General Diplomado Estado Mayor en entrevista con Quadratín.
El general José María Dávila encabezó de manera preliminar rebelión española manteniendo bajo su poder la artillería y el respaldo de quienes aspiraban a reconquistar México desde el mar.
El conflicto se prolongó por cuatro años, porque Davila aunque contaba con artillería y hombres carecía con una flota naval, pero por su lado México tampoco tenía navíos suficientes para ir a la ofensiva, y aunque el 4 de de octubre de 1821, Agustín de Iturbide decretó la creación de la Secretaría de Guerra y Marina únicamente se contaba con dos buques y una lancha, recursos insuficientes para hacer frente a los españoles fortificados en el Castillo de San Juan de Ulúa, relató el mando naval.
“Debido a que ninguno de los dos frentes tiene la capacidad bélica para atacar, se vive una relativa calma”, refirió Torres Claudio.
Al ser relevado Davila por el brigadier madrileño Francisco Lemaur se inician las hostilidades debido a que él se apodera de la Isla de Sacrificios y Mocambo, lo cual genera un disgusto entre los pobladores del puerto de Veracruz quienes suspenden el abasto de víveres y el comercio con los españoles. Lemaur responde bombardeando territorio veracruzano.
El viento del norte y la naciente flota armada mexicana expulsan a los españoles
Para responder a la invasión española en Veracruz, la Secretaría de Guerra y Marina adquiere otros 2 pequeños buques de velas triangulares conocidos como goletas y nueve embarcaciones menores identificadas como balandras, narró el capitán de navío Javier Torres.
El frente español es azotado por una epidemia de escorbuto y fiebre amarilla, pero ahora es liderado por el brigadier José Coppinger quien al ver mermado su estado de fuerza y el bloqueo de los caminos hacia San Juan de Ulúa para la entrada de provisiones, pide ayuda a la Corona española, obteniendo como refuerzos un par de fragatas y bergantines que transportaban comida, artillería, hombres.
Bajo el timón del capitán Pedro Sáinz de Baranda, abundó el mando naval, la flota mexicana se hace la mar para hacer frente a los invasores españoles, cuando ambas flotas estaban a punto de entrar en combate un fuerte viento del norte rompe en el puerto de Veracruz, llevando a la deriva a la escuadra española, la cual no recibe refuerzos para encarar un ataque con los mexicanos.
El 17 de noviembre Coppinger se rinde, y entrega el Castillo de San Juan de Ulúa el 23 de noviembre de 1825, día en que se iza la bandera mexicana arriando el pabellón español. De esta forma el último reducto español da origen a la Armada de México, remarcó Javier Torres Claudio.