Ráfaga/Jorge Herrera Valenzuela
“Chingado y conquistado, al mexicano se le vende todo, se le viola todo el tiempo. Igual le meten a fuerza cursos de coaching y superación personal, que productos chatarra directos a su domicilio, o presidentes marca Televisa. Empresas canadienses explotan sus minas y empresas españolas controlan igual el gas que la seguridad en el aeropuerto. Chingado y conquistado el mexicano no es dueño de nada, no puede entrar a las playas que los hoteles de lujo han privatizado para los conquistadores que vienen aquí de vacaciones, los dueños originarios de las playas, o se van de su comunidad o permanecen explotados por los consorcios hoteleros. Los niños mexicanos se forman en escuelas públicas en donde los modelos Pseudo pedagógicos con los cuales los forman son de otros países que bien saben que desde la escuela se puede destruir identidad, las escuelas privadas peor aún, ahí de manera descarada se desprecia lo nacional y se prioriza lo extranjero, lo Disney.
“Muchos mexicanos juegan a romper su estigma de chingados y conquistados, se visten entonces con trajes Armani, compran su camioneta y se sienten del lado de los conquistadores. Hablan de manera extraña, presumen ropa, zapatos, calzones de marca, hablan de los centros comerciales y de las peripecias de la pricesa Letizia, desprecian a los que, según ellos, son mexicanos que no quieren crecer: a los indígenas, obreros, electricistas, indigentes, negros, morenos, campesinos que les demuestran lo que verdaderamente son. Estos mexicanos juegan a ser conquistadores, pero no se dan cuenta que están peor de conquistados y chingados. Por fuera Giorgio Armani, pero por dentro menosprecio de su identidad, de lo que son, desprecian sus raíces y lamentablemente no se dan cuenta que son despreciables para sí mismos.
“Conquistados y chingados, muchos mexicanos proyectan en su vida diaria al Chavo del 8, se conforman con una torta de jamón, esconden sus problemas en un barril y no hacen nada contra los que los humillan y les faltan al respeto.
“En el colmo del surrealismo, muchos mexicanos quieren tocar y sacarse fotos con los políticos que los han chingado durante décadas, cuelgan la foto en la sala para presumirla a sus familiares, no importa que él siga ganando el mínimo y el otro de la foto siga ganando el máximo, lo importante es la foto que bien retrata por un lado al político que chinga y por el otro al mexicano que inexplicablemente lo abraza aún a sabiendas de lo que le hacen y le han hecho…”.
Índice Flamígero: Y no. Josefina Vázquez Mota no apareció en la lista de las 100 mujeres más influyentes de Forbes Magazine. ¿Sigue de vacaciones? ¿Tanto dinero? A lo mejor sí aparece en la lista de las más ricas del planeta. + + + Ya sólo le quedan 99 días a este sexenio de los cuates, por los cuates, para los cuates.
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