Matan al exsecretario de Seguridad Pública de Mazatlán, Juan Ramón Alfaro
CIUDAD DE MÉXICO, 12 de noviembre de 2020. — La temporada de lluvias termina el 30 de noviembre, de acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y las ocurridas en Tabasco, Chiapas y Veracruz, han expuesto la necesidad de contar con un mecanismo que garantice la protección de la población más vulnerable ante catástrofes, externó Ezequiel Palacios, director de la organización México Previene, Asociación Civil.
Si bien las víctimas de los daños en el sureste de México recibirán ayuda del Fonden, ya que el fideicomiso opera hasta el 31 de diciembre de 2020 y cuenta con un periodo de seis meses adicionales para extinción de derechos y obligaciones, es indispensable que se diseñe un nuevo mecanismo para enfrentar las consecuencias de los desastres, dijo Ezequiel Palacios.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ubicó a México entre los 10 primeros lugares de riesgo catastrófico alto por huracanes, sismos, inundaciones actividad volcánica y sequías y, en 2013, nuestro país se suscribió al Marco Sendai de la ONU en el cual se comprometió a disminuir el riesgo por catástrofes, señaló el Director.
El 45 por ciento del territorio mexicano está expuesto a inundaciones y 40 por ciento del suelo es zona sísmica, lo que impacta a casi 77 millones de personas. Por ello, expuso, se debe promover y actuar para aumentar la resiliencia ante catástrofes en los tres niveles de gobierno: municipal, estatal y federal.