Para CDMX a la vanguardia, la Agencia de Gestión Integral de Residuos
CIUDAD DE MÉXICO, 3 de noviembre de 2018.- Cerca de dos mil 300 niños migrantes ingresaron a México entre el 19 y 22 de octubre pasado y sus necesidades de protección, salud, higiene y alimentación continúan, en la caravana y en las comunidades donde permanecen tras separarse de la misma, reportó Unicef México.
Recordó que antes que migrantes son niños, niñas y adolescentes que dejan sus hogares buscando mejores oportunidades de vida. «Todos podemos protegerlos y no discriminarlos».
«Los niños, niñas y adolescentes que llegaron a México con la #CaravanaMigrante siguen necesitando ayuda para garantizar su protección y bienestar porque #AnteTodoSonNiños», añadió.
Indicó que hay muchas razones diferentes para que los niños tengan que abandonar sus hogares. Muchos huyen de la violencia, el conflicto, la persecución o han sido desplazados debido a desastres naturales.
Otros migran con sus familias para escapar de la pobreza extrema, en busca de oportunidades de trabajo y una vida mejor. Muchos niños que viajan solos buscan reunificarse con sus familias que viven en otros países.
Sin embargo, en sus esfuerzos por alcanzar la seguridad, los niños migrantes corren peligro y están más expuestos al tráfico y la explotación.
Para muchos niños, las crisis económicas, los conflictos prolongados y las crisis humanitarias significan que no tienen oportunidades inmediatas de regresar a sus hogares.
Los servicios de salud, educación y protección social necesitan más recursos y mejor capacitación para atender las necesidades específicas de los niños migrantes.
La detención y la separación familiar son experiencias traumáticas que pueden situar a los niños más vulnerables frente a la explotación y el abuso. También pueden generarles estrés tóxico que, como han demostrado múltiples estudios, puede afectar su desarrollo a largo plazo.