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TEGUCIGALPA, Honduras, 21 de noviembre.- Unos mil 500 observadores internacionales, entre ellos varios ex presidentes de países latinoamericanos, vigilarán la elección del domingo 26 de noviembre en este país, donde unos seis millones de votantes elegirán presidente, diputados al Congreso y alcaldes, en medio de un clima marcado por la denuncia de injerencia de las maras y del gobierno de Venezuela en apoyo a un partido de oposición.
Denis Gómez Rodríguez, encargado de coordinar la veeduría internacional por parte del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Denis Gómez Rodríguez, dijo que los ex presidentes mexicanos, Vicente Fox Quezada y Felipe Calderón Hinojosa, no han confirmado su asistencia al proceso electoral, como especuló la prensa local.
El proceso hondureño despierta sumo interés por la posible reelección del actual presidente, Juan Orlando Hernández, decisión cuestionada hasta el último momento por sus adversarios, pero validada por la Corte Suprema de Justicia.
El funcionario electoral destacó que las diversas organizaciones de observación, entre las que destacan la OEA y la unión Europea, ya han dado un voto de confianza con su asistencia, ya que esta implica que consideran que el actual proceso cumple con las condiciones básicas que definen un proceso electoral democrático y auténtico.
Nubarrones sobre el proceso
Por mandato de la ley electoral, los partidos terminaron su labor de proselitismo a la medianoche del lunes, pero los temas políticos y electorales se mantienen en la opinión pública y al menos dos se presentan como nubarrones que amenazan el proceso.
El primero de ellos tiene que ver con la presunta injerencia del gobierno de Venezuela en apoyo a la Alianza de Oposición, una agrupación de dos partidos de izquierda, que llevan como candidato presidencial al presentador de televisión y comediante Salvador Nasralla.
El ex subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio, del gobierno de Estados Unidos, Otto J. Reich, denunció que el chavismo venezolano “quiere imponer a los hondureños su fracasado modelo político y económico” y que con ese objetivo, ha enviado millonarias aportaciones a la campaña de Nasralla, en recursos materiales, humanos y en dinero irrastreable.
En las últimas horas previas al cierre de las campañas, fueron vistas y se difundió en redes sociales, varias brigadas repartiendo propaganda pro-socialista a favor de la Alianza, en la que se afirma que en Venezuela se vive muy bien porque hay empleo, gasolina barata, luz gratis y vivienda para todos, algunas de las preocupaciones más sensibles en el pueblo hondureño.
El otro tema que nubla el horizonte de la elección es la intervención de las pandillas conocidas como Las Maras, en apoyo al candidato de la izquierda, a través de la intimidación y el hostigamiento de posibles votantes del oficialista Partido Nacional, cuyo gobierno, que busca reelegirse, ha detenido y encarcelado en prisiones de máxima seguridad a los principales líderes de esos grupos.
La Fuerza Nacional AntiExtorsión detuvo la semana pasada a Reyna Fabiola Salina, esposa de Ricky Alexander Zelaya, alias El bóxer Huber, máximo líder de la pandilla M-18, preso desde agosto, a quien se le encontró en posesión de material con instrucciones para incluso agredir a activistas del Partido Nacional. El pasado 7 de noviembre, un grupo de pandilleros de ese grupo, asesinó al activista del partido gobernante Mario Reyneri González, y junto a su cadáver le dejaron una cartulina que decía: “Esto les pasa a los que apoyan a JOH (Juan Orlando Hernández, candidato a la reelección)”.
Por ese homicidio fueron detenidos 14 policías y a raíz del descubrimiento del plan de las maras, la Policía Militar patrulla 20 colonias conflictivas de Tegucigalpa y San Pedro Sula, para garantizar que los partidos puedan realizar sin ningún tipo de hostigamiento, sus trabajos de organización rumbo a las elecciones.