¡A los connacionales se les defiende con acciones!
El tema de la declaración patrimonial del presidente de México Enrique Peña Nieto y de los funcionarios del gabinete central despertó comentarios muy críticos sustentados en verdades que revelan la urgencia que tiene el naciente gobierno de crearse una imagen que muestre signos, intenciones, de ser transparente, de manejarse con honestidad. Sin embargo la intentona resultó fallida y no puede ser de otra forma si se toma en consideración que frente a las percepciones que reciben estos funcionarios se enfrenta una realidad nacional que suma 13 millones de mexicanos viviendo o mejor dicho sobreviviendo en la pobreza extrema.
Tales datos fueron aportados por el subsecretario de SEDESOL, Javier Guerrero quien tiene percepciones salariales que permitirían que miles de quienes llevan a esa cifra tuviesen ingresos suficientes para alimentarse. Y es que se centró la discusión sobre este tema en la necesidad de que se especifiquen montos y ubicaciones de todo aquello que conforma el patrimonio familiar tanto del Ejecutivo federal como de su gabinete central. La explicación a esta situación la dio el propio encargado de la Función Pública quien terminó por “regar el tepache” al señalar que hay tres documentos con la misma referencia.
Sostuvo que hay una declaración que es la que se hizo pública que omite estos datos por seguridad, seguramente para que no se conviertan los funcionarios en apetecible bocado para la delincuencia y de llegar a ser secuestrados, ellos o su familia, les exijan grandes y voluminosos rescates. Ese puede ser un motivo, me supongo. Porque por otro lado existe un documento que si tiene esas revelaciones y que guarda celosamente esa dependencia. Ese resguardo supongo que habrá de ser una caja fuerte con combinación difícil de encontrar y de esos papeles no deben tener ninguna copia los empleados ¿o si?, porque de tener acceso a ellos los que ahí laboran ya pueden empezar a temblar los firmantes ya que se ha visto como las mafias han penetrado en todo el aparato gubernamental y para consumar un hecho que les genera dividendos no hay barreras ni conciencias que no se compren.
Pero para nuestra sorpresa resulta que hay un tercer documento que no se sabe que dice pero que según el funcionario que se encarga de estos menesteres lo tienen listo para darse a conocer. ¿Cuándo y porque y para qué? Me supongo que para enfrentar a cualquiera de ellos a un juicio en el que se les mencione por el incremento en su patrimonio familiar y llegar a esta situación será porque no hicieron bien la tarea, sea cual sea la que les fue asignada. Ahora que frente a todo esto resulta cómico, infantil, increíble que sean los del gabinete quienes apenas sí reciban una mínima diferencia a la baja sobre las percepciones de su jefe, del jefe máximo de las fuerzas armadas, del jefe y representante de una Nación con más de 110 millones de ciudadanos.
Y más increíble resulta que sean todos ellos los que tengan percepciones que superan a las que reciben sus homólogos de los países desarrollados, de los del primero y segundo mundo, es más, que las dupliquen cuando la eficiencia, la eficacia, la preparación, el sentido de servicio no los acompañan por igual. También está a la vista que no hay intenciones de que a la salida nos informen de lo adquirido durante su estancia en el poder, lo cual resulta verdaderamente importante porque es aquí en donde puede medirse si realmente surtió efecto o se llevó a cabo la tan traída y llevada transparencia, si en verdad se le dio batalla a la corrupción o si, como se ha venido observando durante los primeros 50 días de mandato peñista todo es puro bla, bla, bla.
Declaró don Enrique que posee 4 casas, 4 terrenos, un departamento, obras de arte, joyas, monedas y metales. La gran mayoría de sus posesiones fueron donadas y nos preguntamos una y otra vez ¿por quién? Y tal interrogante sonaría absurda, innecesaria si la declaración la hubiese hecho cualquiera de los hombres o de las mujeres de ciertos medios en los que son muy frecuentes los regalos y el valor de ellos se mide con la belleza externa, la edad, el desempeño horizontal, pero ¿a un político? Solo puede pensarse en otro tipo de legado cuando se corresponde a favores recibidos, a concesiones otorgadas, a negocios muy fructíferos. Si a ello le agregamos que nada se dijo de montos y que lo que puede adivinarse –si no hay información oficial, todo es válido- gira en torno a codiciados metales como el oro, a exquisitas joyas con diamantes de sangre incluidos, a mansiones y terrenos envidiables, el numerito les resultó fallido a los recién nombrados funcionarios y totalmente adverso a los comunicadores presidenciales.
Y ni que decir que además de lo que se refiere a la pobreza extrema, en nuestro país existen casi 7 millones de trabajadores que apenas si ganan el salario mínimo, ese que tuvo su gran incremento al primer minuto de este año de 2 pesos con unos cuantos centavos, cantidad suficiente para adquirir seis tortillas. Pero en todo esto salió a relucir que también se equivocaron al momento de revelar los salarios netos y brutos de los miembros del gabinete y tuvieron que corregir su información al momento en el que se supo que las mujeres de ese equipo ganaban menos que los hombres, y que los de las fuerzas armadas, los que tienen peligro en el desempeño de sus funciones tienen derecho a un bono que no puede rebasar el 30 por ciento del salario recibido y dados los montos acumular cerca del cuarto de millón de pesos mensual
Al final resulta que haciendo todas las cuentas estos funcionarios recibirán un salario anual base de 4.2 millones de pesos más otros 1.9 millones repartidos entre prestaciones de ley. Y estamos hablando solamente del Poder Ejecutivo y su gabinete central, faltan el Legislativo y el Judicial y como sabemos, en este último, todo se cuece aparte ya que los ingresos de los ministros de la “tremenda” Corte alcanzan el medio millón de pesos mensual. Ahora bien, ¿Qué recibimos a cambio los ciudadanos? ¿Tenemos acaso autoridades de primera, que resuelvan, que escuchen, que jerarquicen la problemática nacional? Siquiera se toman la molestia de atender en muestreo a los ciudadanos? Dicen que su desempeño es político y eso estaría en veremos.
Así las cosas no cabe duda del asalto de sentimientos encontrados que tendremos cuando nos entreguen o nos depositen nuestro salario mensual. ¿Y si los ciudadanos nos convertimos en funcionarios y les aplicamos la misma a estos gatos de angora?
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QMX/la