Visión financiera
Dentro de las sorpresas que uno se encuentra en estos viajes nos topamos con un inmueble dedicado a la información, a la prensa tanto escrita como televisiva, radial y por Internet. Se trata de un museo interactivo de noticias y periodismo ubicado a escasas dos cuadras de donde está el Capitolio en la capital estadounidense. En su entorno se aprecian vallas en donde están impresas, en grandes proporciones, las primeras planas de los diarios más importantes de todo el país. Así que, tan solo el darle la vuelta al edificio es ya de suyo un recorrido informativo sumamente importante. Penetrar en él es toda una experiencia que lo lleva a uno de la mano a recorrer etapas muy bien identificadas con el acontecer de relevancia en el mundo entero.
Apenas van en el tercer año de la puesta en marcha de este lugar y las adecuaciones son permanentes. En el presente instalaron en una de las salas un mapa representativo de los reportes anuales sobre la libertad de prensa en el mundo, documento que es emitido por una organización no gubernamental denominada Freedom House desde el año 1980. Tal plano hace muy fácil la ubicación de los países en cuanto a este ejercicio informativo. El amarillo significa “parcialmente libre”, el rojo, “no libre” y el verde, “libre”. Como en los semáforos. De tal suerte que, como podemos imaginar, la forma en la que resolvieron los creadores del Newseum que pueden los visitantes contar con la información que deseen facilita el encontrarla casi de inmediato y comprenderla con la misma rapidez.
Así, con esa velocidad, nos encontramos con que nuestro país está justo representado con el color ROJO, es decir “NO LIBRE” y que tal posición la comparte con China, con Corea del Norte y con Cuba. Los dos primeros países, sabido es, cuentan con un autoritarismo radical y en el caso de la Isla su base ideológica les llevó a restringir la información y hasta el uso de muchos elementos tecnológicos considerados imprescindibles. Según detalló la investigadora del programa en América Latina de la organización Freedom House, de nombre Cynthia Romero, en el caso de nuestro país esa negación de libertad se sustenta en que México es uno de los países más peligros en la región y ya de hecho en el mundo entero para el ejercicio del periodismo. “Hemos visto que una de las tasas de asesinatos más alta contra periodistas es en México”, agregó enfática doña Cynthia al tiempo de revelar que estiman que en la última década ultimaron a 60 informadores, aunque se alarmaron al comprobar que durante los seis años del gobierno de Calderón los ejecutados fueron treinta y dos.
Es así que de nueva cuenta nos percatamos de que estamos presentes en todos los renglones que impactan a los países en el mundo y en la mayoría de estos casos encabezando renglones que provocan una gran vergüenza, que nos ubican en los mapamundis dentro de las naciones más corruptas, menos preparadas, con menores grados de competitividad, con inseguridad alarmante, sumidas en el fraude, ya sea a través de la delincuencia de cuello blanco o de la electoral o de la bancaria, dentro de los más deficientes en educación, salud, bienestar social, con salarios de hambre y por si fuera poco con una pobreza tan imparable como el desempleo que se registra. Ahora, después de este sexenio en el que logramos estar dentro de los primeros lugares en los peores renglones, el gobierno entrante busca afanosamente salidas.
A lo largo de la campaña presidencial se propagó el rumor de que si Enrique Peña Nieto lograba ganar la Presidencia de la República podría contener la ola de violencia a través de negociaciones con los cárteles de la droga para alcanzar un alto al fuego, respetando sus áreas de influencia y no interviniendo en sus actividades criminales. A pesar de la opinión de Javier Sicilia, líder del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, la estrategia de golpear a algunos cárteles -dejando solamente dos grupos con capacidad operativa real a lo largo y ancho del país, el cártel de Sinaloa, de Joaquín “El Chapo” Guzmán, y tras el reciente desmantelamiento del cártel del Golfo, los grupos de “Los Zetas”, con Heriberto Lazcano como cabeza más visible- hacen factible una negociación entre el nuevo gobierno federal y las organizaciones criminales para iniciar una nueva etapa de entendimiento y darle margen al mexiquense al arrancar su administración. y al mismo tiempo garantizar las condiciones de gobernabilidad mínimas para el despegue de una nueva administración de extracción priísta.
El diagnóstico que recibió Enrique Peña Nieto y su equipo de transición por parte del gabinete de seguridad de Felipe Calderón y de los titulares de las fuerzas armadas del país, en torno a la real capacidad operativa y de fuego de los ejércitos irregulares de los cárteles de la droga a lo largo y ancho del territorio nacional, así como las declaraciones del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en el sentido de que su gobierno seguirá interfiriendo directamente en los asuntos de seguridad nacional de México, a través de sus agencias de inteligencia y de control y administración de drogas, hacen ver que lo que más conviene al próximo inquilino de Los Pinos es lograr un acuerdo macro con los principales capos, con “El Chapo” y “El Lazca”, principalmente, a fin de lograr bajar el nivel de violencia que prevalece en diferentes regiones por la disputa de territorios y mercados locales.
Esta ha sido una de las principales demandas de la iniciativa privada para seguir invirtiendo en el país, tal como se lo señalaron los integrantes del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios (CMHN) al mexiquense, curiosamente en reuniones sostenidas durante el mes patrio. Y, ante tal insistencia de negociación no deja uno de preguntarse si es en verdad esta una propuesta o se está convirtiendo en una orden girada por el país que más se beneficia económicamente con la venta de los estupefacientes.El escenario en que se desarrollarían dichas negociaciones ya está más que configurado y puede ser afianzado con más episodios de violencia, más ejecuciones y, sobre todo, la exhibición de fuerzas de los pandillas sobrevivientes de los cárteles a través de golpes mediáticos espectaculares que muestren a sus víctimas.
Esa táctica se vislumbró una vez más apenas en el último puente patrio cuando ejecutaron a dos diputados, uno de Nezahualcoyotl y otro de Nuevo León, viéndose involucrado en este último hasta el alcalde de San Pedro Garza García ya que era su segunda intervención y anuncio de secuestro y muerto que se daba a conocer antes de que cualquier familiar hiciera siquiera la denuncia por desaparición. También se recuerda a los cadáveres de nueve personas aparecieron por la mañana colgados del puente del bulevar Colosio en el cruce con la carretera hacia Monterrey, en la ciudad de Nuevo Laredo, Tamaulipas. Los cuerpos presentaban huellas de tortura y los presuntos autores dejaron un mensaje cuyo contenido no fue revelado por las autoridades.
Investigaciones preliminares señalan que antes del hallazgo de los cadáveres, un comando se llevó a la fuerza a varias personas que se encontraban en un bar, al que posteriormente le prendieron fuego, y las indagatorias apuntan a que pueden tratarse de las personas colgadas. Apenas el pasado mes de mayo esa táctica también fue utilizada en Nuevo Laredo, cuando fueron colgados de un puente cinco hombres y cuatro mujeres, quienes presentaban señales de tortura y tenían los ojos vendados. De esos hechos, la organización criminal de “Los Zetas” se atribuyeron las ejecuciones de presuntos miembros de la banda rival del cártel del Golfo.
Se advierte que algunas de estas ejecuciones se produjeron como efecto de la captura de Jorge Eduardo Costilla Sánchez, alias “El Coss”, líder del cártel del Golfo, en una sospechosa operación sin disparos efectuada por efectivos de La Marina-Armada de México, en Tampico, Tamaulipas. El cártel del Golfo se quedó así aparentemente sin cabeza visible, toda vez que otro de sus principales líderes, Mario Cárdenas Guillén, alias “El Gordo”, fue arrestado el 3 de septiembre pasado por personal de la Marina. Las acciones de las fuerzas armadas han permitido que “Los Zetas” quienes desde hace dos años se separaron del cártel del Golfo, busquen afanosamente apoderarse de las zonas que aún controlaban sus antiguos jefes, tanto en el norte, particularmente el estado de Tamaulipas, como la costa oriental del país.
La arremetida de la Marina contra los jefes del cártel del Golfo: “El Coss”, los hermanos Cárdenas Guillén, Mario y Antonio, alias “Tony Tormenta”, y el pleito de éstos contra organizaciones criminales rivales llevaron a ese grupo a su práctica desmantelación, aunque aún quedan células operando con grupos de sicarios en diversas regiones, pero sin la estructura vertical que lo convertía en uno de los principales cárteles del país. Ahora, sus rivales de “Los Zetas” comandados por Heriberto Lazcano, alias “El Lazca”, tienen la posibilidad de ocupar todo el territorio de influencia de la costa oriental del país, lo que los pone muy por encima de otros grupos criminales como el cártel Jalisco Nueva Generación, cuyos principales jefes ya cayeron, así como los de sus rivales de “La Resistencia”, que comandaba Ramiro Pozos González, alias “El Molca”, o inclusive los Beltrán Leyva.
Sin embargo, esa tarea no será sencilla para “Los Zetas”, no sólo por la presencia militar de las fuerzas armadas en el estado de Tamaulipas, sino porque el cártel del Golfo no ha sido completamente desmantelado. Incluso, convoyes con hombres armados, con las insignias M4, X20 y M60 del grupo delictivo “Los Metros”, presuntamente los nuevos mandos del cártel del Golfo, fueron reportados por usuarios de redes sociales en la fronteriza Reynosa. Sin duda alguna que el estado de Tamaulipas será violentamente disputado en los próximos días.
La larga guerra de desgaste a la que han sido sometidas las fuerzas armadas, el Ejército, la Marina, y la Policía Federal, obliga a una nueva era de tregua con las dos principales organizaciones criminales, que si bien han perdido una gran cantidad de “soldados” su estructura financiera sigue intacta y su poderío militar se ha fortalecido al grado de retar a las fuerzas oficiales prácticamente en cualquier terreno, como se ha visto en las últimas horas. La violencia persiste pero puede ser acotada si el nuevo gobierno federal tiene la intención de establecer nuevas reglas del juego ante los cárteles del narcotráfico y su jugoso negocio, destinándolo principalmente a la exportación, y el Estado mexicano deja de hacer el trabajo sucio al gobierno de los Estados Unidos, quien se ha beneficiado de la guerra en México, con un gran escudo de contención que le permite controlar el abastecimiento de su creciente población adicta, dar cauce a la producción y comercialización de armamento ligero, y gozar de los beneficios del “lavado de dinero” en su estructura financiera.
Un macro acuerdo de esta naturaleza sería el pivote para bajar el nivel de violencia en el país; regresar a las fuerzas armadas a los cuarteles; y dejar que las policías estatales y municipales controlen la criminalidad cotidiana, las bandas de secuestradores, los ladrones, los que extorsionan y matan para alcanzar un beneficio monetario inmediato. También enterraría la figura del “dictadorcito” colérico que se pone al frente de un ejército para intentar alcanzar a través de acciones militares, de las que no tiene ni la más remota idea, una legitimidad que le fue negada en las urnas y que no alcanzó a lo largo de su administración. ¿Será pues esto último el camino? ¿No tienen otra alternativa?
Y es esta información la que ha logrado que México esté en este mapa de Newseum como un país “no libre”, altamente peligroso para el ejercicio periodístico y… ¿los cadáveres no cuentan?
QMex/la