Lilia E. Cárdenas Treviño, líder social y promotora cultural
CIUDAD DE MÉXICO, 23 de diciembre de 2019. — Ante la marcada preferencia de los jóvenes por la música popular como banda, reguetón, pop y norteña, Rodrigo Morales Gallardo creó un método para que aprendan a tocar guitarra con base en su ambiente, y acercarlos a la música clásica, que no forma parte de su entorno cultural.
Con su Método de guitarra para estudiantes de secundaria. La música popular como vía de acercamiento para la música clásica, que fue su trabajo recepcional, el recién egresado de la Facultad de Música (FaM) pretende incentivar a los adolescentes para que aprendan de manera lúdica.
De acuerdo a los detalles de un comunicado de la UNAM, está dirigido a adolescentes, pero es universal, para principiantes de cualquier edad; puede ser abordado de manera autodidacta o con la supervisión de un profesor de música, dijo.
La propuesta del ahora licenciado en Música-Educación Musical se basa en la lectura y ejecución de 10 piezas, ocho populares y dos clásicas, con arreglos bajo la técnica de guitarra clásica. Por ser del dominio público y tener empuje mediático, las primeras están en su oído y podrán reproducirlas con mayor facilidad, sin desatender la partitura, explicó.
Revolución musical
Tres gigantescas cuerdas cruzan el cielo de Ecatepec de Morelos; es el servicio del Mexicable que lleva a este municipio del Estado de México. En la zona cercana a la cuarta estación, llamada Tablas del Pozo, Rodrigo ha revolucionado a su comunidad a través de las seis cuerdas de su guitarra.
Morales Gallardo aplicó su método durante ocho meses con estudiantes de secundaria, y el éxito fue notorio; él considera que en esta etapa se definen de manera importante los gustos y predilecciones culturales y artísticas.
En Ecatepec, así como en otras zonas del Estado de México y del país, “estamos inmersos en ambientes de violencia, banalidad y superficialidad, y con la música clásica se puede acceder a un patrimonio cultural invaluable”, expuso.
Pero el objetivo final no es que los jóvenes se dediquen a la música clásica, aclaró, “sino que la conozcan y surja en ellos la inquietud por saber más, o que continúen con la popular, pero con una buena técnica, sabiéndose poseedores de cierto conocimiento que les permitirá acceder a algo distinto”.
Por 10 años, el universitario ha impartido clases de música, “tengo una academia particular, en la que trabajo con niños de cinco años de edad hasta adultos de 45, y me percaté que no les interesaba la música clásica, sino canciones populares, así que decidí enlazarlas”.
Método
Rodrigo comentó que para tocar una guitarra es indispensable tener una buena postura. Como parte de su método se hacen ejercicios para ayudar a la flexibilidad de los dedos de la mano derecha; “en guitarra clásica, lo ideal es tocarla con los dedos y no con la plumilla, como se hace con los géneros populares”.
“Busqué canciones propias de nuestro entorno social, y son piezas puente, que servirán de enlace para un eventual acercamiento a la música clásica”, reiteró.
Se emplean además formas de escritura de la música popular para facilitar el aprendizaje, sin olvidarnos el uso de la partitura para que haya una asociación y no se abandone la formación académica, concluyó.