Lilia E. Cárdenas Treviño, líder social y promotora cultural
CIUDAD DE MÉXICO, 4 de febrero de 2023.- La capacidad que tiene el teatro depende de la Inteligencia Actoral y no es imitable por la artificial, del talento de los actores para convencer que lo que se ve realmente ocurre y con ello, el dramaturgo Flavio González reflexiona cómo la tecnología invade diferentes ámbitos de la vida, teniendo como límite el arte desde el cual crea en dos sentidos: de crear y creer, y donde es muy difícil imaginar prescindir de los intérpretes de carne y hueso.
La mente del ganador de los premios nacionales de dramaturgia Juan Ruiz de Alarcón y Víctor Hugo Rascón Banda monta una comedia de ciencia ficción en el Teatro Helénico, del 9 de febrero al 19 de marzo, con la actuación de Carlos Aragón, Roberto Beck, Dobrina Cristeva, Diana Sedano, Fernando Rebeil, Verónica de Alba y Elena del Río y pregunta: ¿serías capaz de distinguir cuál de ellos es un robot?
Plantea la historia de un actor que en vísperas de estrenar Hamlet, tiene que salir del país inesperadamente (por filmar cinta en Hollywood) y deja en su lugar a un reemplazo, un robot idéntico a él para que sea quien continúe los ensayos y estrene la obra; cuestión que el director decide ocultar a todos, reparto y público”, adelanta quien dirige Inteligencia Actoral, desde el otro lado del teléfono.
Desde luego, hecho con toda la capacidad que tiene el teatro a través del actor, de hacer creer un mundo imaginario; “en realidad, nuestro montaje no pasa por la tecnología, sino que justamente decidimos contar esta historia y hacer toda esta imaginación de cómo será el futuro cercano con los robots ya conviviendo con nosotros, pero basándonos… no efectos especiales sino en la capacidad del actor para convencernos de que lo que vemos realmente ocurre”.
Y del conocimiento de Jesús Hernández se materializa la escenografía e iluminación; Pilar Boliver, el vestuario; Jorge David García y Enrique Arriaga Celis, la música, Jorge Siller, la caracterización, máscaras y títeres; Marco Antonio Silva, el movimiento escénico; Ismael Carrasco, la asistencia de escenografía e iluminación; MACE Montajes Artísticos, la realización de escenografía, e Iván Cervantes, la construcción escenográfica.
Sin temor al avance tecnológico, Flavio González ha pensado, como guionista, cuánto tiempo falta para que los productores prefieran pedirle el guión a un software que llamarlo a él, con todo lo que implica el tratar con un ser humano, pagarle, etcétera: está a la vuelta de la esquina, pero le parece que el límite de ello es el teatro, porque es muy difícil imaginar que se pueda prescindir de las personas:
Quizás la obra la escriba inteligencia artificial, en una de esas hasta la dirige, pero actuarla..; entonces, sí nos planteamos eso como la frontera de la humanidad, porque el teatro desde hace más de dos mil años se basa en un actor de carne y hueso frente a uno o muchos espectadores de carne y hueso; entonces, pensar cómo podría ser ese teatro del futuro, es algo al mismo tiempo fascinante, pero también angustiante, porque puede ser un horror, puede implicar formas que ya no sean teatro, que se supone sean teatro”.
El caso de Inteligencia Actoral, con funciones de jueves a domingo, cuenta la historia de Paco Ramos, quien a punto de estrenar Hamlet, se va por un proyecto en Hollywood, lo cual le ha pasado o a atestiguado Flavio González todo el tiempo, sobre todo ahora que hay tanta producción en México y en el mundo de series y películas: es muy difícil tener un elenco estable.
“Pasa todo el tiempo que los actores, de pronto a medio proceso, pues les cae una oferta que consideran que no pueden rechazar y se van; entonces, este es uno de esos casos y efectivamente lo que hacemos es como abrirle al espectador la cocina de qué ocurre en los ensayos de una obra de teatro, empezando por que los actores nunca pueden llegar a ensayar, eso es una de las cosas que suele ocurrir.
“Afortunadamente, para contar esta historia, nos llevó varios meses conformar un equipo de actores que están muy comprometidos con el proyecto, han estado cuatro meses ensayando todos los días y eso es la única manera en que podemos contar esta historia donde entre todos le abrimos al público la cocina del teatro y un poco nos burlamos de las cosas que nos suelen suceder, pero al mismo tiempo quiero decir que es un homenaje al teatro, justo porque nos preguntamos ¿cuánto le queda de vida en ese mundo de series, tecnología e inteligencia artificial?”, recuerda, cuestiona y remata el director.