Teléfono rojo
Salvador Guerrero Chiprés
@guerrerochipres
La captura en la Ciudad de México del líder del cartel los Caballeros Templarios evidencia uno de los aspectos centrales de la estrategia policial, que es cerrar el paso a generadores de violencia.
El combate al crimen organizado se ha concentrado en tres aspectos: el enfrentamiento frontal con los perpetradores; la investigación, persecución y captura de quienes encabezan las organizaciones delictivas, y la afectación de las finanzas de los grupos criminales.
La confrontación, empleada como elemento central y aislado en anteriores administraciones, termina por provocar más muertes, pues solo va contra algunos elementos operativos que son rápidamente sustituidos en los grupos delictivos.
El trabajo de inteligencia, asertivamente ejecutado por la autoridad contra los llamados objetivos prioritarios ha demostrado, con datos y evidencia, ser más efectivo en el combate a la actividad delincuencial, y en ese terreno se ubica la captura esta semana de Francisco Maldonado Bustos, líder de los Templarios, apodado “Don José”.
Policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) lo ubicaron mientras transitaba en una camioneta por la Colonia Nápoles, en la Alcaldía Benito Juárez. Lo rodearon y, sin necesidad de disparos, lo detuvieron.
Paradójicamente, en 2016, la entonces Procuraduría General de la República emitió el acuerdo A/035/16 para ofrecer una recompensa de 1.5 millones de pesos por su captura, y en 2019 el Cártel Jalisco Nueva Generación ofreció 5 millones.
El año pasado, el Ejército Mexicano identificó a este sujeto —que también se hace llamar José Pineda Pineda, Rodolfo Maldonado Bustos o José González Pineda— como uno de los principales generadores de violencia en el país.
Las investigaciones federales apuntan a que “Don José” hizo una alianza con La Familia Michoacana para contener al CJNG.
La estrategia de inteligencia policial desarrollada en la SSC por Omar García Harfuch e impulsada por la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, parte de algo inédito: se han atrevido a reconocer la presencia de organismos criminales de alta peligrosidad.
De poco o nada sirve, como ocurría en el pasado, negar que en la capital nacional están presentes líderes delictivos. Lo importante es reconocerlo, investigarlos y detenerlos.
Este año, junto con la Fiscalía de Justicia, encabezada por Ernestina Godoy, la SSC ha realizado 700 cateos en los que ha detenido a 900 personas, además de la captura de 26 objetivos prioritarios.
Los resultados se reflejan en una disminución del 44% en los delitos de alto impacto, en beneficio de la ciudadanía, de acuerdo con el más reciente reporte DISÍ del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la CDMX.