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CIUDAD DE MÉXICO, 12 de agosto (Quadratín México).- A fin de encontrar bases biológicas de la adicción a la nicotina en los seres humanos, el investigador del Instituto de Biotecnología (IBt) de la UNAM, Enrique Reynaud, desarrolló un modelo experimental a través del estudio del cerebro de las moscas.
De acuerdo con el biólogo molecular, estos insectos también conocidos como moscas de fruta comparten con los seres humanos 70 por ciento de los genes asociados a enfermedades genéticas, por lo que en ellas investiga por qué algunas personas desarrollan adicción a la nicotina.
En un comunicado, señaló que “en el momento que se compararon los genómas de la mosca y de los humanos, resultó que siete de cada 10 genes humanos asociados a alguna enfermedad genética conocida y mapeada, están representados en las moscas”,
De esta manera, señaló el investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en promedio siete de cada 10 preguntas que se le haga a la genética de las moscas dará información de la especie humana.
Reynaud Garza explicó que el procedimiento con las moscas o Drosophila melanogaster, su nombre científico, considera medir su sensibilidad a la sustancia, por lo que en los experimentos se expone a un grupo de moscas cautivas en un tubo de vidrio a una pequeña cantidad, suficiente para “noquearlas” durante 30 minutos.
El estudioso del cerebro de estos insectos señaló que la nicotina es una de las sustancias más adictivas que se conocen, que está presente en todas las formas de consumo de tabaco y que, indudablemente, es la causa de la dependencia que genera entre los fumadores.
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