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MARKINA, Sudáfrica, 18 de agosto (Quadratín México).- Investigadores sudafricanos empezaron hoy a investigar la matanza de 34 mineros huelguista en la operación represiva más sangrienta desde el fin del apartheid en 1994.
En tanto, más de mil mineros seguían reunidos cerca del lugar de los hechos, traumatizados por lo ocurrido, mientras seguía entrando gente al hospital de la mina, con el fin de saber si sus seres queridos desaparecidos murieron, resultaron heridos o están detenidos.
Las autoridades mantenían desplegados vehículos blindados y camiones de la policía en la zona de la mina de platino de Marikana, ubicada en el noroeste del país. Un helicóptero volaba en círculo sobre el lugar en el que las fuerzas del orden público le dispararon a cientos de trabajadores el jueves.
Frente al hospital, se instaló una casa rodante, con el fin de brindar información sobre los 34 muertos y 78 heridos. Los encargados de la seguridad del hospital impedían que ingresaran periodistas, explicando que había que respetar la privacidad de las familias.
Las autoridades informaron que se abrieron dos investigaciones separadas, además de la que viene realizando la policía, que detuvo a 259 personas el jueves.
Expertos forenses de la policía se hallaban en el lugar de los hechos por tercer día consecutivo.
“Hay varias investigaciones y muchos expertos involucrados, por lo cual esto tomará tiempo”, declaró a la agencia de noticias internacional francesa AFP el portavoz policial Dennis Adriao. “Cooperaremos plenamente con todas las investigaciones sobre este trágico acontecimiento”, agregó.
No se registraron actos de violencia desde que se difundieron las imágenes de la represión contra una multitud de mineros armados principalmente con machetes, lanzas y cachiporras.
Por su lado, el presidente sudafricano Jacob Zuma abandó ayer una cumbre regional en Mozambique en la que participaba para dirigirse al lugar de los hechos y anunciar la creación de una comisión de investigación.
QMex/oab