Ifigenia Martínez Hernández, estadista y precursora feminista
CIUDAD DE MÉXICO, 7 de febrero (Quadratín México).- Los peritos internacionales que participaron en el diagnóstico de las causas que generaron la explosión en la torre B2 de las oficinas administrativas de Pemex en la avenida Marina Nacional determinaron que en el inmueble se presentó una acumulación de 5 a 10 por ciento de gas metano, por lo que la explosión pudo haberse detonado incluso por estática.
En conferencia de prensa, aseguraron en este momento trabajan en determinar la causa definitiva que provocó la filtración del gas, el cual pudo ser generado desde el subsuelo, aguas negras o los ductos que corren desde el edificio “Búfalo”, que es donde encuentran las calderas para calentamiento de agua.
Un volumen mayor al 10 por ciento de gas en los sótanos habría sido detectado por los trabajadores que laboraban en la zona de los pilotes, señalaron los peritos de la empresa SGS ya que incluso “se habrían sentido mal”, por lo que analizan los detalles y consideran que para las siguientes horas se incorpore a los trabajos un geólogo, para que analice las características del suelo.
Mauricio Chequer, director industrial de SGS en México, dijo que se está investigando de dónde vino el gas metano. Indicó que hay varias formas de que pudo entrar a la fuente de cimentación, y reiteró que la investigación se está enfocando en saber de dónde viene el gas.
Añadió que “va tomar un largo tiempo para que se pueda eliminar todo tipo de gases y así aclarar con exactitud qué gas fue”, pero aseguró que se está investigando de donde provino.
Una de las razones por la cual se cree que fue el gas metano es que ésta fue limpia y no dejó residuos, características de este tipo de explosiones, insistió Chequer.
Respecto a los cuestionamientos de por qué no hubo fuego, el especialista mencionó que se debió a que la concentración de este gas era muy poco, y la explosión consumió rápidamente el oxígeno, el cual es necesario para la combustión. Este gas no tiene por normatividad algún aroma para distinguirlo.
Carlos Murrieta, director de Operaciones de Pemex, dijo que no perciben un riesgo similar en el resto de los inmuebles y evitó hacer especulaciones sobre lo ocurrido el jueves pasado.
Por su parte, Sergio Martínez, subdirector de Servicios Corporativos de Pemex, informó que la parestatal tiene 100 millones de pesos anuales para mantenimiento y señaló que no han tenido problemas con la Secretaría de Hacienda para la entrega de recursos.
Esta inversión ha servido para equiparar a la empresa con equipos de seguridad como los de incendios.
Directivos de la paraestatal señalaron que están estudiando las alternativas para reubicar a los trabajadores de los edificios dañados tras la explosión del jueves 31 de enero, B1 y B2.
En cuanto a los tres trabajadores que fallecieron de la empresa Copisa, quienes realizaban trabajos de mantenimiento en el sótano, señalaron que Pemex está platicando con la compañía en el tema de indemnizaciones, por lo que aún no se sabe cuál de las dos se hará cargo de sus indemnizaciones.
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