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¡Ley selectiva para la defensa de los amigos!
De nuevo el refranero popular: “A los amigos, justicia y gracia, a los enemigos, justicia a secas”.
Como saben, la anterior es una máxima que, de manera errónea, se le acredita a Benito Juárez.
Sin embargo, resulta incuestionable la notoriedad de esa frase en el refranero popular mexicano, al extremo de que los modernos tiempos mexicanos ejemplifican, a la perfección, la aplicación selectiva de la ley, para perseguir a los enemigos y solapar las pillerías de los amigos.
Y es que igual que en las tiranías “bananeras”, en los gobiernos de Morena la aplicación de la ley resulta “a contentillo”.
Sí, se persigue sin cuartel a los enemigos, en tanto que “a los amigos” se les solapa y protege “a capa y espada”, sin importar el tamaño de sus felonías y de sus fechorías.
Así, por ejemplo, en esa cueva de “narco-políticos” en que se ha convertido el Poder Legislativo mexicano, por orden presidencial solapan a diario al senador, ex gobernador de Tabasco, ex titular de Gobernación y jefe criminal, Adán Augusto López, mientras que ese mismo Congreso podría desaforar –hoy mismo–, al líder nacional del PRI, Alejandro Moreno.
Y no, lo cierto es que aquí no nos corresponde avalar o exaltar conducta criminal alguna –sea del partido que sea y/o del político que gusten y manden–, pero también es cierto que –a los ojos de todos–, aparece el doble rasero que se ordenó desde Palacio y Palenque para solapar al “morenista”, Adán Augusto y para llevar preso al priísta, Alejandro Moreno.
De ese modo, los opositores han intentado, sin suerte, desaforar a Adán Augusto, senador acusado de desviar más de 2 mil millones de pesos, además de que son probados sus nexos con grupos criminales, lo que tiene al tabasqueño en la lista norteamericana de “narco-políticos” mexicanos.
A su vez, Alejandro Moreno es acusado del presunto desvío de 80 millones de pesos, durante su gestión como gobernador de Campeche.
Sí, la ley debe ser pareja para todos; tanto para el que se robó montañas de dinero público como para aquel que habría desviado 80 millones de pesos. Sin embargo, en el nuevo tiempo mexicano, en la llamada “4-T” y en los gobiernos de Morena, no existe justicia y tampoco les interesa perseguir a los ladrones, a los criminales y a quienes han saqueado el dinero público.
Y es que en ese nuevo tiempo mexicano lo importante no es la justicia y tampoco el castigo a los pillos del dinero público; en ese tiempo lo importante es solapar aliados y castigar adversarios; perseguir al que piensa distinto, que cuestiona raterías del poder y, sobre todo, que combate a la mafia en el poder.
Por eso, en una suerte de contrapeso –y ante las amenazas en su contra–, el líder nacional del PRI, motejado como “Alito”, decidió empujar contra las mafias que imperan en el partido oficial, Morena, al extremo de denunciar al clan del “lopezobradorismo” ante la justicia.
En efecto, el pasado miércoles, el jefe nacional del PRI denunció penalmente, ante la Fiscalía General de la República (FGR), al expresidente López Obrador, al secretario de Organización de Morena, “Andy” López Beltrán y al senador Adán Augusto López, entre otros “morenistas”, por presuntos nexos con el crimen organizado.
En conferencia de prensa, el dirigente priista también acusó al secretario de Educación, Mario Delgado; al exdirector de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett y al exsecretario de Seguridad de Tabasco, Hernán Bermúdez Requena.
Según Alejandro Moreno, “a todos ellos los señalamos por presuntos vínculos con el crimen organizado. Están ligados, entre otras cosas, a esquemas de huachicol, uso de dinero sucio en campañas y nombramiento de funcionarios con antecedentes criminales”.
Además dijo: “se observa un patrón de encubrimiento en todos los lugares donde gobierna Morena; gobiernos que están señalados de proteger –a los criminales–, de apoyarlos, y respaldarlos y no son dichos únicamente; son señalamientos de investigaciones, de carpetas y públicamente en los medios de comunicación a nivel nacional e internacional, y muchos de nosotros hemos señalado de manera clara y contundente los nexos que tienen con el crimen organizado”. (FIN DE LA CITA)
Por último, el jefe priísta exigió que Adán Augusto renuncie a la Junta de Coordinación Política y que se separe de su escaño para ser investigado por sus vinculaciones con el grupo criminal de La Barredora.
Sí, al final de cuentas, veremos justicia a secas para los adversarios de la nueva mafia en el poder y también seremos testigos de la complicidad de Palacio con criminales como Adán Augusto, entre otros. ¿Lo dudan?
Al tiempo.