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¡El Mayo: todos son corruptos en México!
En su primera declaración como culpable de operar el mayor cártel criminal de la historia, Ismael Zambada, motejado como “El Mayo”, no dejó títere con cabeza.
En tono pausado dijo que durante medio siglo corrompió lo mismo a policías, militares y políticos.
En pocas palabras, descubrió “el hilo negro”; que en México todas las instituciones son corruptos, en especial si se trata de policías, militares o políticos.
Una verdad que todo México conoce; ninguna sorpresa para millones de mexicanos quienes, en los últimos siete años –en los gobiernos del Partido Morena–, hemos padecido la más sangrienta alianza del poder político con los grupos criminales dominantes en más de la mitad del territorio nacional.
Cárteles que no solo fabrican y trafican a todo el mundo potentes estupefacientes, sino que venden seres humanos al mercado de trata de personas, secuestran jóvenes para enlistarlos en sus ejércitos criminales y hasta comercian con órganos humanos.
Grupos cuyas disputas en esos siete años arrebataron la vida a más de 250 mil personas sólo en México –la cifra más alta en de la historia–; además de que han ultimado a miles de mujeres y niños y que, de manera literal han provocado el terror hasta el extremo de generar verdaderos éxodos de pueblos enteros.
Mafias que han impuesto el “cobro de piso” lo mismo en la capital del país que en los pueblos más alejados y que son capaces de atrocidades como la de arrebatarle la vida a un niño que vende paletas en una esquina y de ejecutar a una anciana que conducía un taxi para ganarse la vida.
Poderes fácticos que controlan a su antojo no sólo el comercio de básicos como huevo, tortilla, pollo y carne de res y de cerdo, sino distintas variedades de pescados y mariscos en medio de un comercio ilegal que, a diario, eleva precios y los hace inalcanzables para millones de ciudadanos.
Hampa criminal que no solo roba combustible en doctos de Pemex, sino que ha extendido el fenómeno del “huachicol” al gas doméstico y hasta al agua potable y de riego.
Poder criminal sostenido no solo por la fuerza de las armas, sino por el poder corruptor de fortunas demenciales que, en el caso de “El Mayo”, se calcula en la nada despreciable cantidad de 15 mil millones de dólares.
Bandas criminales que, en un extremo delirante y con todo el dinero necesario, han incursionado de manera exitosa en la política, al grado de orientar a su antojo el voto ciudadano para elegir lo mismo alcaldes que gobernadores, legisladores --locales y federales--, jueces y, por supuesto, a los presidentes López Obrador y Claudia Sheinbaum.
Cárteles que incursionan en todas las modalidades del crimen organizado y cuyo poder es único en el mundo; poder que durante medio siglo fue intocable por la mayoría de los presidentes mexicanos –salvo Calderón y Peña Nieto, quienes iniciaron una verdadera guerra contra esas bandas--, y que se extendió como nunca en la llamada “4-T” de López Obrador.
Y frente a ese descomunal poder, obliga preguntar: ¿Existe una fuerza capaz de poner freno a los intocables cárteles mexicanos?
La respuesta es sí, y todo indica que ese poder es el mismo que fue capaz de llevar preso al fundador del Cártel de Sinaloa: Ismael Zambada y que incluso lo llevó frente a un juez de Nueva York
Es el poder del gobierno de Estados Unidos y, sobre todo, del presidente norteamericano, Donald Trump.
Lo cierto es que luego de que el gobierno norteamericano entró a México para llevarse a “El Mayo” Zambada y luego que lo presentó ante un juez para declararse culpable, pocos mexicanos fueron capaces de leer correctamente el mensaje.
¿Y cuál era el mensaje?
Que el gobierno de Trump entrará a México las veces que sea necesario para llevar ante la justicia de su país a los jefes de las mafias criminales; sean policías, militares o políticos.
Y si lo dudan, el pasado lunes lo dijeron con toda claridad, tanto el director de la DEA, Terry Cole, como la Fiscal, Pamela Bondi.
Así lo dijo Terry Cole: “Seguiremos cazando a las cabezas de esas organizaciones y las traeremos a EU para ser juzgadas”. (FIN DE LA CITA)
A su vez, así lo dijo Pamela Bondi: “Zambada vivía en México como rey, se acabó esa impunidad y ahora pasará toda su vida en prisión… y seguiremos desmantelando a esas organizaciones criminales en todo el mundo…”. (FIN DE LA CITA)
¿Les queda claro que el gobierno norteamericano entrará a México, cuantas veces crea necesario, para llevarse al criminal que les interese; sea policía, militar o político?
Al tiempo.