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Poder y dinero
Apenas el pasado 5 de febrero, fecha emblemática para México y los mexicanos, aquí pregunté si la Presidenta había aceptado un pacto inconfesable, con el Gobierno de Estados Unidos, a espaldas del pueblo.
Dije que la duda era razonable porque Claudia Sheinbaum era rehén, no sólo de la “herencia maldita” de López Obrador –la alianza con cárteles criminales–, sino que estaba en manos del presidente Donald Trump, con quien habría pactado a espaldas de los mexicanos.
Y aposté a que, tarde o temprano, el tiempo nos daría la respuesta.
Horas después, medios mexicanos y redes sociales confirmaron el avistamiento de aviones norteamericanos espías que, de manera inexplicable, se aproximaron a las costas de estados mexicanos como Baja California y Baja California Sur. Luego aparecieron portaviones identificados por lanchas mexicanas frente a las cosas de Sinaloa y Colima.
Posteriormente se reportó el vuelo de drones por toda la Costa del Pacífico, casualmente el corredor del narcotráfico y del crimen organizado; todas entidades mexicanas gobernadas por el partido Morena.
Lo curioso, sin embargo, es que durante los avistamientos nada dijo el gobierno mexicano y, sobre todo, nadie de la 4-T se escandalizó por los actos de espionaje y la violación de la cacareada “soberanía nacional”.
Al mismo tiempo, medios mexicanos como El Universal, censuraron a expertos en la relación bilateral entre México y Estados Unidos, quienes cuestionaban lo que ya era evidente; un pacto inconfesable entre los gobiernos de México y Estados Unidos para permitir espionaje en nuestro suelo.
Al final de cuentas, la presa norteamericana –en especial medios como CNN y The New York Times (NYT)–, confirmaron que la CIA realiza labores de espionaje en México contra cárteles de la droga mexicanos.
En el primer caso, CNN reveló que, bajo el gobierno de Trump, la CIA realiza misiones encubiertas en México, con drones, para espiar en todo el país a los cárteles de la droga.
Reveló que se trata de misiones no reportadas de manera oficial y que son idénticas a las utilizadas contra grupos terroristas en todo el mundo. Por eso, CNN especuló que se puede tratar del preludio de ataques que serán lanzados una vez que el gobierno norteamericano declare como grupos terroristas a los cárteles mexicanos de la droga.
A su vez, el reputado NYT confirmó el uso de drones para espionaje en México y reveló que el programa encubierto empezó en el gobierno del ex presidente Joe Biden y que se incrementó de manera notable con Trump.
Lo cuestionable del tema, sin embargo, es que en México todos dijeron no saber nada, al extremo de que, a la pregunta directa, la “presidenta” sólo se atrevió a murmurar: “Es parte de esta campañita” (FIN DE LA BREVE CITA)
¿A cuál “campañita” se refiere la señora Claudia? ¿Por qué no reclama de manera directa y contundente al presidente Trump? ¿Por qué todos los gobiernos de Morena guardan silencio, frente a una evidente estrategia de espionaje lanzada contra México por el gobierno de Trump?
¿O será, como lo advertimos el pasado 5 de febrero del 2025, que existe un pacto inconfesable entre los presidentes de México y Estados Unidos?
Por lo pronto, nos queda claro que alguien está mintiendo, sea el gobierno mexicano o sea el norteamericano. ¿O será que mienten los dos?
Y por esa razón, aquí un breve resumen del Itinerario Político del 5 de febrero del 2025, titulado: “¿Negoció Claudia a espaldas del pueblo?”.
Así lo dije: “¿Quién está mintiendo, entre Claudia Sheinbaum y Donald Trump? ¿Por qué no coinciden las versiones públicas sobre el resultado del dialogo entre los dos jefes de Estado? ¿Qué están ocultando, tanto la presidenta mexicana, como el mandatario norteamericano?
“Las preguntas resultan obligadas, no sólo por las versiones distintas sobre el diálogo entre la señora Sheinbaum y el señor Trump, sino porque son apabullantes las pruebas de que los dos jefes de Estado se han caracterizado por su depurada y patológica capacidad de mentirosos.
“Peor aún, con una ingenuidad de párvulos, no pocos columnistas, articulistas y supuestos críticos de la devastación democrática de los gobiernos de Morena, hoy aplauden el servilismo mostrado por la presidenta mexicana frente al mandatario norteamericano.
“Aplaudidores que, incluso, han llegan al extremo infantil de definir como “una genialidad” de Sheinbaum, la militarización de la frontera norte de México, para satisfacer las exigencias del populista Donald Trump.
“Es decir que, por años, el Estado mexicano abandonó a su suerte a millones de compatriotas de Sinaloa, Sonora, Zacatecas, Tamaulipas, Guerrero, Michoacán, Morelos, Tabasco, Chiapas, Quintana Roo y Baja California, entre otras entidades, pero hoy, ese mismo Estado acude de inmediato para satisfacer la demanda norteamericana de militarizar la frontera”. (FIN DE LA CITA)
Por eso frente a lo que parecen hechos consumados, volvemos a preguntar: ¿Qué negoció el gobierno mexicano, con su par norteamericano, a espaldas del pueblo? ¿A cambio de qué se negoció?
Al tiempo.